Trump declara la guerra a las anchoas de Cantabria: los aranceles amenazan a las empresas de conservas
El anuncio de Donald Trump puede cambiar el concepto de las exportaciones a Estados Unidos. En Cantabria, empresas como Consorcio, exportan al país del presidente Trump

Santander - Publicado el - Actualizado
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Cantabria mira con preocupación a Estados Unidos. Lo que diga o deje de decir Donald Trump en sus discursos ya se ha convertido una anécdota de política internacional, aunque esta vez puede afectar –y mucho– al bolsillo de cientos de trabajadores de nuestra tierra. El nuevo anuncio del expresidente, sobre la imposición de un arancel del 20% a las importaciones desde Europa, pone en el punto de mira a sectores clave de la economía cántabra. Y uno de ellos es, sin duda, el conservero.
Consorcio produce anchoas y bonito del norte desde Cantabria, y también los exporta. Y entre los destinos estrella está Estados Unidos, donde productos como los de la empresa Consorcio se han ganado un hueco en los supermercados. De hecho, actualmente alrededor del 10% de sus ventas van dirigidas al mercado americano. Parece poco, pero hablamos de un negocio global que emplea a entre 700 y 1.000 trabajadores entre España y su planta en Perú, lo que da cuenta del impacto que podría tener cualquier varapalo comercial.

Anchoas
Eduardo Sanfilippo, Director de Marketing de Consorcio, conoce bien lo que se juega el sector. Y reconoce que, por ahora, todo se mueve entre la rumorología y la falta de información clara: “Estamos en el primer episodio de un largo relato”, advierte, en conversación con COPE Cantabria. Aun así, admite que la situación es compleja: "Es difícil tratar con situaciones como estas. Un empresario necesita entornos estables. Toda esta incertidumbre es lo peor que puede ocurrir para generar riqueza y crear valor".
Consecuencias de los aranceles
Pero ¿cuánto podría notarse este nuevo arancel en el bolsillo de los consumidores? Pues bastante. Según explica Sanfilippo, el incremento del 20% en la entrada de productos como las anchoas en Estados Unidos se traduciría en un aumento de entre 1 y 1,5 euros por lata. En el mercado americano, donde ya cuesta entre 5 y 6 euros una lata, este salto puede ser clave a la hora de que los compradores se lo piensen dos veces antes de pasar por caja.
“Hay márgenes del importador, del fabricante, costes de distribución… todo eso se ve afectado por este nuevo gravamen”, aclara Sanfilippo. Y es que la cadena de valor es larga, y un pequeño cambio en uno de los eslabones puede alterar todo el equilibrio. Sin embargo, y para tranquilidad de muchos, el impacto no llegará a las estanterías cántabras. Los precios en Europa o en España no subirán por esta decisión de Trump. “El mercado español no se verá afectado. Ni por materia prima, ni por distribución. Aquí no habrá encarecimientos derivados de esta medida”, asegura.
Entonces, ¿qué harán las empresas cántabras si vender en Estados Unidos se convierte en una quimera? La solución está en la diversificación. Buscar nuevos mercados, abrirse paso en otros países. “El sector conservero es muy dinámico. Si no podemos competir allí, pondremos el foco en otros destinos: Alemania, Suiza, Oriente Medio…”, confía Sanfilippo.

Anchoas
Y es que, aunque las medidas de Trump generen ruido e incertidumbre, no cogen a la industria cántabra desprevenida. La experiencia de años anteriores, cuando ya se hablaba de barreras comerciales, ha preparado a estas empresas para adaptarse a contextos cambiantes. “Seguiremos acudiendo a ferias como la Summer Fancy Food en Nueva York, y manteniendo nuestra presencia. Pero está claro que no es el entorno que más ayuda a invertir y generar valor”, explica Sanfilippo.
Una empresa en crecimiento
En cuanto al balance económico de Consorcio en 2024, aunque no se ha cerrado del todo el ejercicio, todo apunta a un muy buen año: “A nivel de cuota de mercado ha sido uno de los mejores años de nuestra historia”, afirma con satisfacción.
A día de hoy, por tanto, no hay certezas. Solo incertidumbre. Pero sí hay algo claro: si el arancel de Trump se aplica solo a Europa, las conserveras cántabras perderán competitividad frente a países no afectados, desde donde también exporta el grupo Consorcio. Si, por el contrario, ese mismo peaje se impone a todo el mundo, el golpe será menos dañino, aunque no indoloro.
Lo cierto es que el sector está en vilo. Y aunque aún hay margen de maniobra, lo que está en juego no es tanto el hecho de que el precio de una lata de anchoas varíe. Es el esfuerzo de décadas por colocar los productos cántabros en la primera línea de exportación. Y la tranquilidad de muchas familias que dependen de ello.