ADN Albacete
El ADN albaceteño de... José Luis Parreño
Con cuatro publicaciones sobre la historia de Albacete, José Luis lleva más de diez años colaborando en COPE Albacete.
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Existe un ADN albaceteño, ¡vaya que si existe!, y no está muy alejado de aquella definición con la que nos obsequió el escritor alicantino José Martinez Ruiz “Azorín”: “Albacetenses, atesoráis la más alta de las humildades, la de creer que no se es nada, cuando se es todo”
Y no se trata de ejercer un chauvinismo que pudiera malinterpretarse, ni hacer una defensa a ultranza de lo albaceteño, porque nuestro enclave, a pesar de gozar de la tantas veces invocada encrucijada de caminos, unos que enfilan hacia Levante, otros que suben a la meseta castellana y otros que descienden hacia el Mediterráneo, siempre ha sido tierra de paso, a veces alejada de tantas cosas, que en muchas ocasiones nos hemos sentido en tierra de nadie.
Poblachón manchego el nuestro, somnoliento y conformista durante tantas décadas, tuvo que desperezarse con el milagro económico de Campollano; una atrevida aventura de un grupo de albacetenses que no se resignaron a su suerte, que decidieron arriesgar antes que esperar indefinidamente, tras ser excluidos de los polos de desarrollo industrial, y tener que escuchar aquello de que “los albacetenses serán lo que ellos quieran”, lo que en resumidas cuentas venía a decir que quedábamos abandonados a nuestra suerte.
Por eso, si hay algo que nos caracteriza a los albaceteños de hoy en día es nuestro empeño y determinación en las cosas. Hemos construido entre todos una ciudad donde nada ni nadie nos es ajeno, y al recién llegado le hacemos partícipe enseguida de nuestra manera de vivir, de nuestra forma de ser, para llevar Albacete, en el momento de su partida, siempre en su corazón.
Y ahí precisamente se encuentra el ADN albaceteño, que tiene como primer eslabón el amor por esta tierra, desde esa humildad y sencillez que nos hace diferentes, sabiendo, como decía Azorín, que no se es nada, cuando se es todo.
José Luis Parreño
Colaborador COPE Albacete