Segunda vida a la cáscara de almendra en el IES Vandelvira de la capital

En los últimos tiempos, la utilidad de la cáscara y los subproductos de la almendra ha ido más allá del sector energético, revelando un potencial inexplorado en el ámbito agrario y en aplicaciones sorprendentes, como lo demuestra el proyecto RE-AL del IES Vandelvira en la capital.

Abrir a los alumnos la industria alimentaria

La Jefa del Departamento de Industrias Alimentarias, Mónica Sanz, ha confirmado que el cultivo del almendro no solo tiene relevancia en términos de producción de energía, sino que también puede ser una fuente valiosa de subproductos utilizables en la fabricación de envases para la industria alimentaria.

“El objetivo fundamental es también abrir a nuestros alumnos de industria alimentaria todo este campo también muy novedoso y que viene como un nicho de mercado importante en donde podrán trabajar en utilización precisamente de estos residuos y sus productos en industrias que lo que hacen es que su materia prima la utilizan para precisamente obtener otros productos y otros productos no solo de interés como son los envases sostenibles, sino que es que además por normativa lo está exigiendo ahora mismo la industria”, explica.

El proyecto RE-AL, financiado por DUALIZA-CaixaBank y la Fundación FP Empresa, se centra en la valorización de la biomasa generada por el cultivo del almendro, específicamente los restos de poda y cáscara. El objetivo es desarrollar materiales compuestos de base polimérica, conocidos como biocomposites, que sean procesables mediante tecnologías de extrusión e inyección. Estos biocomposites se utilizarán para crear demostradores finales de envases, diseñados para satisfacer las necesidades de la industria alimentaria.

De la mano de la sostenibildiad y la economía circular

La coordinadora del proyecto, María Cruz González, ha destacado que los alumnos del IES Vandelvira, junto con estudiantes de otras provincias y comunidades autónomas, están participando en un ensayo colaborativo que combina sostenibilidad y economía circular. La reutilización de los restos de poda y cáscara de almendros se presenta como una alternativa innovadora y respetuosa con el medio ambiente en la producción de envases.

“La cáscara de almendras tradicionalmente se ha usado en las estufas o la leña para las chimeneas, pero investigaciones recientes están demostrando que hay otra alternativa posible para esos residuos a priori, que pueden ser sus productos. Entonces, esa vía en la que hemos pensado es en el tema del aprovechamiento para hacer bioplásticos” remarca.

El Proyecto RE-AL no solo se limita a la investigación y desarrollo, sino que también fomenta la colaboración entre diferentes sectores, incluyendo el público y el privado, así como diversas familias profesionales, como Agraria, Alimentaria y Fabricación Mecánica. La elección de participantes se basa en la experiencia previa, la afinidad entre familias profesionales y empresas, y el intercambio de conocimientos entre centros educativos de diferentes comunidades autónomas, como Andalucía y Castilla-La Mancha.

La planificación del proyecto abarca el presente curso académico (2023/2024) e incluye jornadas de formación, visitas técnicas a empresas y centros tecnológicos, así como ensayos de nuevos materiales poliméricos. El objetivo general es integrar la economía circular, la sostenibilidad y la innovación como pilares fundamentales en la formación profesional, con la participación directa de empresas y el intercambio de conocimientos para abordar las demandas del mercado actual.