Subir al "techo de África" para mejorar la educación en Tanzania

Mientras la mayoría estaremos ultimando los preparativos de la cena de Nochebuena, tomando unas cañas con la familia y los amigos, o disfrutando de las luces y mercadillos navideños, José Javier Puga Martínez, natural de Linares (Jaén) aunque alcazareño de adopción, comenzará uno de los retos más apasionantes y difíciles de su vida: ascender al Kilimanjaro, la montaña más alta de África.

El "flechazo" de José Javier con África comenzó hace 5 años, cuando se enamoró de Afida, una joven profesora de Zanzíbar con la que ha formado una familia.

El amor de este joven por el país de su pareja, donde además nacieron sus dos hijos, se ha ido consolidando durante estos años en forma de diferentes proyectos solidarios de colaboración a los que ahora, con este reto, quiere darles "más entidad".

EDUCAFRICA

"Mi pareja y yo, de forma particular, llevamos años colaborando con varios escuelas y orfanatos en Tanzania" ha explicado José Javier en COPE.

Además de ayudas económicas para la compra de material escolar, ropa y calzado, y para mejorar las instalaciones de esos colegios, señalaba, "hemos trabajado mucho en asesoramiento en gestión de los centros educativos y en formación al profesorado de allí, que son quienes al final tienen que transmitir los conocimientos a los niños".

A través de este reto de escalar los casi 600 metros del Kilimanjaro, "además de conseguir fondos para los proyectos educativos con los venimos trabajando en Tanzania", el objetivo es "constituirnos en asociación, para crear un proyecto integral de transformación de centros educativos locales, que pueda ser autónomo para llegar a más lugares" aseguraba José Javier.

Así, "podremos ayudar a más centros con pocos recursos a mejorar su gestión y su nivel educativo, para que cualquier niño pueda acceder a una educación de calidad y pueda tener más oportunidades en el futuro".

Este proyecto, denominado EDUCAFRICA, contempla la colaboración con centros educativos públicos y privados en Tanzania, además de la creación de un centro educativo propio para mejorar las capacidades de los profesores locales.

"Creemos que es más efectivo y transformador formar a los profesores locales, y que sean ellos los que transmitan a los niños los conocimientos y herramientas que les abrirán las puertas a un futuro mejor, manteniendo su cultura y raíces".

Afortunadamente, señalaba este "alcazareño adoptivo", "son muchas las personas, empresas y entidades de Alcázar de San Juan y comarca las que se han interesado en colaborar" en este proyecto solidario que, a través de la aventura, trata de ayudar a la mejora del ámbito educativo en varios lugares de Tanzania.