La España que Vuelve: Cuenca resucita con nuevas fórmulas de negocio

La despoblación es un realidad que azota con fuerza a distintas regiones de España, Cuenca, es una de ellas. La provincia cuenta con 238 municipios, muchos de ellos aquejados por esta problemática con poblaciones que, en algunos casos a penas superan la decenas de personas.

Pero no todos se marchan y, lo que es más importante, algunos buscan la fórmula para volver o quieren encontrar un lugar más tranquilo para vivir alejado de las grandes urbes. Es el caso, por ejemplo, de Antonio, uno de los propietarios del 'Tarro Verde'. Es de Ciudad Real pero hace seis años decidió irse junto a su pareja a vivir al pequeño municipio de Ribatajada, una localidad de "algo menos de cien habitantes" para desarrollar un proyecto de agricultura ecológica.

CONSERVAS ECOLÓGICAS PARA ADAPTAR LA TRADICIÓN

Ahí conoció al resto de sus socios y, a través del proyecto Lanzadera de la Diputación, pusieron en marcha este negocio de conservas ecológicas y artesanas que adapta la tradición de la zona a la época actual.

Los socios tienen entre 30 y 40 años y han decidido desarrollar su proyecto de vida aquí. Antonio asegura que está a gusto en este municipio ya que disfruta "de la tranquilidad y el silencio". Respecto a la falta de servicios afirma que "no lo llevan mal ya que son jóvenes y tienen vehículo" para desplazarse hasta la capital para lo que puedan necesitar. Pero, según ha explicado, entiende que para las "personas mayores puede ser más complicado". Antonio insiste en que el problema es que "no se incentiva que la gente joven venga" a este tipo de municipios.

ANDREU Y CAROL, DE BARCELONA A UÑA POR LOS ALOJAMIENTOS TURÍSTICOS

La tranquilidad, el silencio y la naturaleza era lo que buscaban Andreu y Carol, naturales de Barcelona, algo que encontraron en la localidad conquense de Uña. La joven pareja quería vivir en una zona de montaña y vieron la oportunidad trabajando en el sector de los alojamientos turísticos y en las empresas de multiaventura. Gracias a estos trabajos pudieron instalarse en este municipio en el que encontraron el cambio de aires que buscaban.

"Vives menos estresado, la verdad", asegura Andreu, que dice que, en ocasiones, sí que tienen que desplazarse hasta la capital para disfrutar de algunos servicios pero que, en la ciudad donde vivían, "tardaban más tiempo en recorrer distancias mucho más cortas por el tráfico".

Adreu reconoce que en Uña "gente joven hay poca" pero que el recibimiento de los vecinos fue muy bueno y que les han ayudado "en alguna cosa que han necesitado". De momento, si el trabajo lo permite, Andreu y Carol tienen la intención de continuar con este proyecto de vida.

LUIS, DE VUELTA A CASTEJÓN DESDE MÉXICO

Por otra parte, y después de que su trabajo en el sector eólico le llevara a recorrer diferentes países, Luis decidió volver a su localidad de origen, Castejón. Toda su familia es de este municipio conquense. Según asegura, "el pueblo se le echó encima porque no había gente joven" y pasó cinco años trabajando en diferentes lugares. Su última parada fue en México donde conoció a su mujer en 2017.

Sus padres habían regentado toda la vida una carnicería y, tras analizarlo con su hermano Javi, decidieron ponerse al frente de este negocio y ampliar la planta de embutido. Ahora mismo están inmersos en este cometido con el objetivo de expandir la distribución de embutidos Santa Teresa. Estos son algunos ejemplos de jóvenes que buscan fórmulas para poder volver a sus pueblos de origen o que quieren encontrar un lugar tranquilo y en contacto con la naturaleza para desarrollar su proyecto de vida.