Un estudio determinará si los vecinos de dos comarcas conquenses tienen ADN romano: “Análisis genético y apellidos tradicionales”
En enero comienzan a analizar el ADN de parte de los vecinos de dos comarcas conquenses de La Alcarria o la Serranía conquense
Cuenca - Publicado el - Actualizado
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El equipo de investigadores de la Villa Romana de Noheda ha anunciado que a partir de enero, va a comenzar a analizar el ADN de parte de los vecinos de dos comarcas conquenses como son la de La Alcarria o la Serranía conquense, para determinar si eran descendentes de los habitantes de este yacimiento arqueológico.
¿Tendrán estos vecinos sangre romana? ¿Tienen descendencia de esa época? Todas estas preguntas hemos querido resolverlas en COPE con la ayuda del arqueólogo y responsable del yacimiento de Noheda, Miguel Ángel Valero. Pero primero, si no conoces este yacimiento, es mejor que sepas la joya que tiene Cuenca.
Villa Romana de Noheda
Noheda, en la provincia de Cuenca, es conocida por su impresionante villa romana, descubierta en 1984. Este sitio arqueológico es especialmente famoso por su mosaico de gran tamaño, es uno de los más grandes, de más de 231 metros cuadrados, y mejor conservados del Imperio Romano en la península ibérica.
La villa romana de Noheda fue un asentamiento de lujo que data de los siglos IV-V d.C. Se cree que fue propiedad de una familia romana adinerada, posiblemente relacionada con la administración local o con alguna figura de alto estatus en la época tardorromana. El complejo abarca varias estancias, pero el elemento más destacado es sin duda ese mosaico del que hablábamos que presenta escenas mitológicas, representaciones de figuras como Apolo, las Musas, y episodios de la Guerra de Troya, todos con un notable nivel artístico y en excelentes condiciones.
Este lugar lleva muchos años siendo objeto de excavaciones para conservar todo su patrimonio. Han aparecido en las excavaciones de este año “una necrópolis, con cuatro tumbas y nueve individuos de una cronología en torno al siglo VI. De esta necrópolis, lo que nos hemos dado cuenta es que muchas de las tumbas están reutilizadas, están acomodadas algunos individuos, y otros una vez descompuestos, los retiran y van colocando otros siempre respetando la cabeza”, nos explicaba el arqueólogo.
Primero se ha hecho un estudio de fluidos, “hemos intentado averiguar cuáles eran las últimas comidas o si tenían enfermedades. También vamos a sacar el ADN de cada uno de ellos, pero también si tienen filiación entre los integrantes de las tumbas”. Hay apellidos que en el catastro se citan como tradicionalmente de la zona conquense, pero “vamos a sacar un libro genético de la zona”.
PRUEBAS DE ADN
A todo esos vecinos con apellidos históricos, se les hará una prueba con saliva “a quienes se presenten voluntarios” para ver si tienen un origen en esta zona, donde recordamos pasaron árabes, luego cristianos y donde hubo repoblaciones después. “Ya en el siglo VI cuando el Imperio romano se tambaleaba, ellos se quedaron allí, son los resistentes, los que entienden que la tierra es un espacio suyo y quieren quedarse a vivir en ella y no migrar por las circunstancias políticas, económicas o religiosas”
Noheda no deja de dar información
Objetos, materiales, pesquisas... Miguel Ángel Valero, arqueólogo y responsable del yacimiento de Noheda nos contaba que este yacimiento no deja de sorprender a arqueólogos e historiadores. En los últimos descubrimientos se han centrado en dos ejes, “por un lado el salón cruciforme donde encontramos la necrópolis y allí también, encontramos un maravilloso pie de bronce. Por otro lado, nos hemos centrado en el 'balneum', esas termas de casi 900 metros donde hemos encontrado la cloaca, los desagües y han aparecido seis monedas o cuentas de collar”.