Farmacéutico de Villel de Mesa: "Soy un poco de todo, hasta confesor"
En el 'Día Mundial del Farmacéutico', conocemos al titular de la farmacia de este pueblo molinés, aquejado, como los de su entorno, por el envejecimiento de su escasa población
Guadalajara - Publicado el - Actualizado
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Los 150 vecinos censados de Villel de Mesa, en el Señorío de Molina, saben que, tras el mostrador de la farmacia de su pueblo, no sólo hay un profesional que les dispensa los medicamentos que necesitan en todo momento, sino mucho más.
Francisco Manuel Aceituno se ha convertido, al cabo de los 16 años que lleva allí establecido, en un convecino, incluso en un amigo, no solo de los habitantes de Villel de Mesa, sino también de la treintena aproximada que residen, respectivamente, en los pequeños pueblos colindantes, Algar de Mesa y Mochales.
"Cuando estaba buscando farmacia, me gustó esta zona, que es preciosa, y aquí me quedé", recuerda Aceituno, consciente de que los servicios que ofrece diariamente son esenciales para la salud de la población a la que atiende, "de una media de edad, en su gran parte, por encima de los 80 años".
De hecho, su labor prioritaria es ofrecer a estos mayores, aquejados casi siempre por enfermedades crónicas, sus tratamientos farmacológicos habituales, así como otros servicios para ayudarles a seguirlos de forma ordenada y segura, "como el sistema SPD -Sistema Personalizado de Dosificación-, que es ofrecerles la medicación ya emblistada, para que no se pierdan ni se despisten con los días de la semana y asegurarte de que les quede claro cómo se tienen que tomar la medicación; cuál se tienen que tomar, que no confundan unos medicamentos con otros; cuándo se la tienen que tomar, tanto la hora como la dosis".
Pero más allá de la simple dispensación de medicamentos y de facilitar otros servicios añadidos para prevenir enfermedades, incluso mejorar la salud de sus usuarios, la labor de este titular de farmacia de adopción molinesa abarca "un poco de todo: aconsejar, informar, ser un poco confesor, es decir, ayudar en bastantes más aspectos que lo que es sencillamente la parte del medicamento".
De este modo, en este 'Día Mundial del Farmacéutico', que se conmemora cada 25 de septiembre, Francisco Manuel Aceituno sirve como muestra de la dimensión exacta que cobran este tipo de profesionales sanitarios en el medio rural, especialmente en una comarca marcada por el envejecimiento y la fuerte despoblación como Molina de Aragón, donde los pacientes son, tal como asegura, "vecinos, pues esa confianza que tú les generas a ellos hace que ellos recurran a ti en determinadas cosas; normalmente con el foco puesto en su salud, pero hay veces que se sale un poco de ese ámbito y hay otros aspectos psicológicos a los que hay que atender".
De hecho, no han sido pocas las ocasiones en las que, fuera del horario de atención al público, Aceituno ha recibido la visita inesperada de algunos de sus usuarios en busca de un rato de charla y buena compañía. "En la farmacia siempre hay algo que hacer, que organizar, que colocar, que ver papeles, y entonces, a veces, te vienen y te dicen, bueno ahora que no tienes a nadie... y te empiezan a hablar, a contar; es un rato que a ellos casi les da la vida y a ti, bueno, tampoco te cuesta un trabajo excesivo", subraya con la generosidad y la cercanía que le caracterizan.
Pero, además, teniendo en cuenta que, en Villel de Mesa, "la consulta médica viene tres días por semana" y la de Enfermería "también viene uno o dos días por semana", el farmacéutico constituye "el único agente sanitario que está aquí a diario, con lo cual para una urgencia o para algo que les ocurra acuden a la farmacia".
No es de extrañar que en este jornada mundial dedicada a su sector, bajo el lema este año de "Fortaleciendo los sistemas sanitarios con los farmacéuticos", Francisco Manuel Aceituno aproveche para reclamar a las administraciones "cualquier servicio que pudiera servir para fomentar algunas cosas aquí, como en el tema de seguimiento, de atención farmacéutica, de adherencia, de revisiones de botiquín, que se pudieran hacer de una forma protocolizada, más oficial".
La de Villel de Mesa es una de las más de 22.000 farmacias que existen en España, atendidas por cerca de 80.000 farmacéuticos colegiados.