Ir al quirófano para un niño en el Hospital de Guadalajara es como darse 'Un paseo por el espacio'
A través de un cuento y el "tuneado" del entorno hospitalario, los pequeños pacientes consiguen reducir la ansiedad y el estrés frente a la intervención quirúrgica
Guadalajara - Publicado el - Actualizado
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Un cuento titulado 'Un paseo por el espacio' y la ambientación del entorno del circuito de cirugía mayor ambulatoria con los personajes del mismo es la nueva iniciativa puesta en marcha en el Hospital Universitario de Guadalajara, con el objetivo de que los pacientes pediátricos que pasan por un proceso perioperatorio tengan toda la información adaptada acerca del mismo y consigan así reducir la ansiedad y el estrés de cara a la intervención quirúrgica.
La autora de la historia, editada por el Servicio de Anestesiología y Psicología Clínica, con la supervisión del Servicio de Pediatría, es la anestesista Lourdes Muñoz Corsini, quien ha contado con la colaboración altruista de dos jóvenes diseñadores, Mauro Serrano y Rebeca García Cifuentes, encargados de realizar las divertidas ilustraciones.
"Lo que quería reflejar era el camino que un niño va a seguir de una forma fácil y comprensible en un cuento, porque los cuentos los leen ellos o se los leen los padres", ha señalado en Herrera en COPE Guadalajara Muñoz Corsini, explicando que ya desde la consulta de preanestesia "hacemos una entrevista a los padres y a los niños, les explicamos que van a venir al Hospital, que les van a operar, pero que es una cosa divertida y les damos el cuento", que los pequeños pacientes podrán leer "tantas veces como quieran hasta el día de la cirugía", identificándose así progresivamente con el protagonista, "un perrito que pueden simular ser ellos".
Además, en el mismo día de la intervención, los niños deberán esperan "en un cuarto tuneado con los personajes del cuento, en el que además hay juegos y pizarras en las que pueden pintar", ha apuntado, añadiendo que, "si son muy pequeñitos, van en unas cunas adaptadas y, si son mayores, en unas camitas más grandes".
De ahí, irán acompañados por sus padres "al bloque quirúrgico, incluso a veces hasta el quirófano, dependiendo un poquito del niño y del entorno", portando una mascarilla personalizable incluida en el juego, que "se pondrán ellos mismos en la cara y se quedan dormidos".
Tras la operación, regresan a ese mismo espacio ambientado con los personajes del cuento y "a lo mejor en tres o cuatro horas ya se han ido a casa", ha asegurado la doctora, ya que, gracias a esta iniciativa enmarcada en el proyecto de humanización pediátrica denominado 'Peditour', los pacientes infantiles llegan "tranquilos" y, por lo tanto, "duermen tranquilos, se anestesian tranquilos y se despiertan mucho más en su entorno", permitiendo una mejor recuperación tras la operación y una menor estancia hospitalaria.
Y es que, no son pocos los efectos negativos de la ansiedad en el proceso perioperatorio de los más pequeños, como "aumentar el dolor, provocar náuseas, terror, dolores de barriga, incluso delirios y despertares raros", ha enumerado Lourdes Muñoz Corsini, no sin antes reconocer que la humanización de la atención a los menores se complica, debido a "que los padres se inmiscuyen o influyen en cómo se les explican a los niños las cosas".
De ahí que, con el objetivo de que los progenitores "no elucubren", la iniciativa incluye también "un tríptico informativo adecuado para ellos".