Un pueblo sin cobertura ni Internet desde hace más de un mes en Guadalajara: "Temo por ellos"

El 20 de febrero, los vecinos de Utande, una pequeña localidad en Guadalajara, amanecieron sin señal en sus teléfonos móviles y sin acceso a internet. ¿El problema? El robo del cable telefónico y la incapacidad burocrática de la compañía para resolverlo. Cinco semanas sin contacto con el exterior desde sus casas con el temor que eso supone.

Desde el ayuntamiento, su alcalde, Fernando Ayuso, se aleja 2 km del pueblo para conseguir conexión telefónica, aunque asegura que “es muy raro que haya cobertura en los pueblos de abajo, que hay una distancia de 3 km”. Explica que la burocracia y la incapacidad para ponerse en contacto con la empresa suministradora es el principal problema: “Te sale una centralita y te van pasando de una persona a otra sin que nadie te dé una respuesta”, denuncia. Avisa que fue la Subdelegación del Gobierno la que le informó de que se había producido un robo de cable.

La gente mayor necesita conexión por si hay una emergencia

Las consecuencias: vecinos nerviosos y gente mayor con miedo a no poder avisar en caso de emergencia. Al final, hay mucha gente mayor que necesita cobertura para comunicarse con sus familiares. “Temo por ellos”, dice el alcalde, “hay dos o tres personas enfermas, y es una situación complicada”.

Un problema añadido a una localidad que sufre, año tras año, las consecuencias de la despoblación y que, con estos dilemas, no se arreglan. El alcalde ya no sabe a quién llamar: “Me da mucha pena”, y pide “que lo arreglen cuanto antes”.