Toneladas de ceniza empiezan a contaminar el Alto Tajo

Toneladas de ceniza acumuladas tras el cierre de la planta de biomasa de Corduente están empezando a contaminar tanto las aguas subterráneas de la zona como las del río Gallo, situado a escasos metros.

Así lo ha denunciado la Asociación Stop Biogás Alto Tajo, que insta a la antigua empresa responsable de la planta, Islonias SL, a que retire las cenizas, así como al Ayuntamiento de Corduente y a la Consejería de Desarrollo Sostenible.

"Estamos luchando para que quiten esas toneladas de ceniza en la planta de biomasa de Corduente, por la proximidad al río Gallo, que se puede alcalinizar, si es que llegan a él, y por las filtraciones que haya en el subsuelo", ha asegurado el secretario de Stop Biogás Alto Tajo, Antonio Berlanga, recordando que, cuando cerró la planta en enero de 2023, el gerente de Islonias argumentó que se debía a que "el Gobierno central decidió recortar las retribuciones especiales que tenían este tipo de instalaciones".

De este modo, de los seis trabajadores que había, "despidió a cuatro, dos de ellos concejales del Ayuntamiento de Corduente", y de los dos que mantuvo, "uno es el alcalde de Corduente, que ha sido despedido ahora, en el mes de noviembre pasado", apunta Berlanga, sugiriendo el "posicionamiento interesado" de estos miembros del equipo de gobierno municipal de Corduente por haber sido trabajadores de Islonias, mostrándose, de hecho, ahora "muy proclives a que el proyecto de que se construya la planta de biogás vaya adelante".

Efectivamente, sobre esa ubicación se cierne ahora la amenaza de la instalación de una planta de biogás, a la que también se opone la Asociación Stop Biogás Alto Tajo.

Y es que, según su secretario, "de entrada, tendríamos un impacto visual bestial", al que se añadirían los efectos derivados de todo el proceso industrial que llevaría a cabo en un entorno de gran riqueza natural y geológica.

"Está en la puerta del Parque Natural Alto Tajo, buque insignia del patrimonio natural de la provincia de Guadalajara", subraya Antonio Berlanga, añadiendo que en Corduente se encuentra "el Centro de Interpretación Natural que es el centro de referencia de los centros de interpretación del Parque Natural", sin olvidar que "también este punto es el corazón del Geoparque Comarca de Molina-Alto Tajo, que es un geoparque de la UNESCO, uno de los 16 geoparques que hay en España".

Por todo ello, Stop Biogás Alto Tajo deja claro que ésa no es la ubicación adecuada para una planta de biogás, ya que, además, puede servir de reclamo para la implantación de macrogranjas porcinas en las inmediaciones, "porque lógicamente si la administración autoriza la implantación de esta planta, a ver con qué fuerza moral va a decirle a una macrogranja que no se instale en las proximidades para alimentarla", a pesar de que, tal como aclara, "según la empresa, la alimentación de esta planta de biogás para producir gas natural licuado, es decir gas metano licuado, sería a través de estiércol y de paja".

La futura planta necesitaría a diario "en torno a 12,3 toneladas/día de estiércol de vacuno, que lo va a traer del pueblo vecino", así como "68 toneladas y media al día de paja y de cereal, que la pueden traer de un radio de 75 kilómetros, es decir de las provincias de Teruel y de Zaragoza", abastecimiento que tendría como consecuencia, según Berlanga, "un aumento desmesurado de transporte pesado, que supondrá un deterioro rápido de nuestras carreteras, de los caminos, que nos ha costado mucha lucha para que al final estén medianamiente bien".

Pero, sin duda, las consecuencias adversas ocasionadas por la actividad de la planta de biogás serían numerosas, tales como "malos olores del estiércol, de la propia digestión del estiércol en los digestores; posibilidad de fuga de gas; también la presencia de metales pesados", añadiendo que entre los gases producidos estaría "el sulfuro de hidrógeno, famoso gas que huele a huevos podridos", y que, en el proceso químico, "al final quedan pequeños residuos de sulfato que, con la humedad próxima del río Gallo, es candidato a producir ácido sulfúrico, que nos traería una importante lluvia ácida que va a repercutir en los sabinares próximos a la planta, que son sabinas milenarias, especie protegida".

En definitiva, la instalación de una planta de biogás en Corduente supondría un mazazo contra el tan cacareado reto demográfico.

"En esta España despoblada en la que estamos, esto no va a fijar población sino todo lo contrario", lamenta el secretario de Stop Biogás Alto Tajo, garantizando que "va a espantar a los posibles pobladores o posibles compradores de una segunda residencia en los pueblos aledaños, porque lógicamente nadie va a querer meterse en un sitio donde haya esta instalación".

Por eso, esta asociación defensora del Alto Tajo no se está dejando nada por hacer para evitar que el proyecto prospere, por lo que, hasta este momento, han tenido varias reuniones con el Ayuntamiento de Corduente, "que no se manifiesta ni a favor ni en contra, aunque sabemos que tácitamente hay concejales que están a favor y otros que están en contra".

También han mantenido entrevistas "con el Delegado de la Junta, el señor Escudero, en la que también estuvo presente el Delegado de Desarrollo Sostenible; con el presidente de la Diputación; con el director conservador del Parque Natural del Alto Tajo y con varios técnicos", además de haber logrado tener "admitido a trámite un escrito de queja que pusimos al Defensor del Pueblo" y de haber organizado "una concentración el pasado 17 de noviembre ante las puertas de la Delegación de la Junta, reivindicando que ése no es el sitio adecuado para montar la planta de biogás".