Consuegra abre una oficina para facilitar a sus vecinos damnificados por las inundaciones cuantificar daños

El Ayuntamiento de Consuegra, localidad que este pasado lunes sufrió las consecuencias de la borrasca 'Óscar', ha abierto una oficina de reclamaciones para intentar facilitar a los vecinos y a las vecinas del municipio cuantificar los daños ocasionados por las fuertes lluvias ante sus seguros.

"Ayer se pusieron las cosas bastante complicadas. En algunas zonas del municipio cayeron hasta 80 litros por metro cuadrado en apenas 35 minutos. Y eso ha ocasionado desperfectos por doquier", ha lamentado el alcalde de este municipio de más de 10.000 habitantes, José Manuel Quijorna.

"Se inundó el Centro de Día y las calles se anegaron, arrastrando piedras, palos y mobiliario urbano. Lo único positivo es que no tenemos que lamentar ninguna desgracia personal, pero los daños parecen ser cuantiosos", ha advertido el regidor consaburense.

Por tanto, las tareas de este martes se centran en retirar los elementos más contundentes de las calles, como bancos, contenedores, piedras de grandes dimensiones o, incluso, las tapas de las alcantarillas que salieron hacia afuera por la presión del agua, para después proceder a la limpieza del barro. También ayudarán a los vecinos cuyos sótanos y garajes se inundaron.

Tras asegurar que el municipio ha recuperado con normalidad el fluido eléctrico, interrumpido este lunes en una zona de la localidad, ha precisado que ahora toca evaluar los daños que hayan podido sufrir los aparatos de refrigeración de muchos comercios.

Quijorna ha precisado que la parte más afectada por las fuertes lluvias que dejó 'Óscar' es la parte baja del municipio, la cercana al río Amarguillo, que aunque habitualmente seco, "este lunes se llenó".

"Consuegra es un pueblo que está acostumbrado a este tipo de cuestiones. No es la primera inundación que se produce. Desgraciadamente hemos tenido muchas a lo largo de la historia", ha lamentado su alcalde, que ha rememorado que la más trágica fue la registrada en el 1891, cuando el desbordamiento del río Amarguillo acabó con la vida de casi 400 personas.

"Por esta especial configuración geomorfológica, Consuegra es un camino en el cual las tormentas hacen bastante daño. Pero es donde estamos. Lo que hace falta es estar preparados para que cuando venga la próxima, que vendrá, ocasione el menor daño posible", ha concluido