Damasquinadores ven con ilusión el camino para ser BiC y que resurja un sector "enfermo"
"Va a ser difícil, y no es catastrofismo, que salga adelante pero lo estamos intentando con la ayuda de todos"
Toledo - Publicado el - Actualizado
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El gremio de damasquinadores de Toledo ven con ilusión el camino iniciado con la vista puesta en que su arte sea declarado Bien de Interés Cultural, un extremo que podría servir, según consideran, para revertir un sector "enfermo", abriendo una senda de esperanza que venga acompañada de un cambio generacional a largo plazo.
Tras varios años esperando a conseguir este estatus, el presidente de la Fundación de Damasquinado de Toledo, Mariano San Félix Martín, ha defendido que el papel del Gobierno regional "ha estado bien" en relación al proceso de documentación para poder llevar a cabo este trámite.
Actualmente, el Damasquinado se encuentra "enfermo" por la poca importancia que se a su juicio se le da, a lo que San Félix ha añadido "la falta de recursos". El presidente de la Fundación ha explicado que "va a ser difícil, y no es catastrofismo, que salga adelante pero lo estamos intentando con la ayuda de todos" agradeciendo el apoyo de los medios y de las personas que colaboran en dar voz a esta forma de hacer arte.
Hace unas décadas atrás, Toledo vivía de tres grandes sectores como son La Fábrica de Armas, la Academia de Infantería y el Damasquinado de Toledo, detalla San Félix. Esta última disciplina, con el paso de los años, ha ido perdiendo protagonismo en la ciudad debido a la perdida de productos 'souvenir' elaborados.
Sin embargo, San Félix ha resaltado que "el damasquinado puede suponer un gran ingreso para Toledo" en la parte lúdica de la profesión y en la parte artística, tras lo que ha reclamado trabajar para que "no se pierda una cosa que viene de tradición de tantos siglos".
Por ello, este trámite puede llegar a ser útil en el progreso de la profesión. Como ha mencionado anteriormente San Félix, es un camino difícil el que queda por recorrer, y el relevo generacional es un factor muy importante para este sector.
"La administración no tiene una estadística de los damasquinadores que trabajand", ha alertado el artesano.
En todo caso, este cambio generacional está en juego, ya que, por ejemplo, él tiene sólo media decena de discípulos.
TRAYECTORIA SAN FÉLIX
Mariano San Félix Martín es un damasquinador que comenzó su trayectoria el 21 de mayo del año 51 pasando por tres talleres diferentes y con tres maestros distintos. Fue en el año 59 cuando Mariano se estableció definitivamente y emprendió en su propio taller.
"Llegué a tener un buen taller", ha explicado San Félix, que rememora que esta trayectoria se paralizó con la llegada de la mala época para el sector, cuando tuvo que dejar todo y buscarse la vida fuera de la provincia, sobre todo en las zonas de costa donde había más trabajo de este ámbito.
Fue en el año 83 cuando Mariano volvió a donde creció y finalmente, tras mucho esfuerzo, fue estableciéndose de nuevo y llegó a ejercer en la Escuela Taller de la Diputación hasta 2002.
"Tuve buena acogida", ha indicado. Actualmente, se dedica a hacer exposiciones, ya suma un total de siete, y es el responsable de la Fundación para proseguir con el Damasquinado de Toledo.
Respecto a la competencia profesional en el sector y falsificaciones en las obras, San Félix ha apuntado que para él no hay una competencia entre los artesanos.
"Sigo todavía a mis 85 años con toda la ilusión del mundo e intentando que esto no desaparezca", ha apuntado San Félix, que agradece el apoyo de los colaboradores de la Fundación a que esta tradición permanezca por muchos años más