"La decisión de devolver la Biblia de Ávila no corresponde a la Biblioteca Nacional"

Se encuentra en la Biblioteca Nacional, está fechada en el siglo XII y se hizo en 2 fases: primero en un taller romano y después viajó hasta uno segoviano donde fue “rematado”. Es un códice escrito en latín -sigue el texto de la Vulgata de San Jerónimo- se encuentra en buen estado de conservación y tiene grandes dimensiones, abierto puede medir más de un metro. Nos lo ha contado en COPE Javier Docampo, jefe del departamento de manuscritos incunables y raros de la Biblioteca Nacional. La Biblia de Ávila se encontraba en el Cabildo Catedralicio hasta que un decreto del 1 de enero de 1.869 ordenó la incautación de todos los documentos que se encontraban en templos sacros. Actualmente, se conserva en los depósitos de la Biblioteca Nacional, rara vez se expone al público, aunque los investigadores pueden consultarla, y está completamente digitalizada. Preguntado por la posibilidad de que vuelva a Ávila, Docampo asegura que es una decisión que no compete a la Biblioteca Nacional. La única vez que la Biblia de Ávila ha salido de la Biblioteca Nacional ha sido en el año 90 para exponerla en la muestra de las Edades del Hombre de Burgos. Más tarde, en el año 2004, la Diócesis abulense solicitó también su exposición en la edición abulense, petición que fue denegada por parte de la Biblioteca Nacional aduciendo “problemas en su estado de conservación”, según confirman a COPE fuentes de la Diócesis. A raíz de eso, tanto el Cabildo Catedralicio como el Obispado instaron al Procurador del Común y al Defensor del Pueblo, en septiembre de 2004, a que el códice volviera de forma definitiva a Ávila. Sin embargo, no se atendió a esa petición. Ahora, habrá que esperar a que el nuevo Archivo Diocesano abra sus puertas a finales de 2017 para ver si, finamente, se atiende a la petición del Obispo para que la Biblia vuelva a su lugar de origen. Cabe reseñar que en la página 314 del texto sagrado expresa literalmente que “la Biblia de Ávila es propiedad de la Catedral de Ávila” e, incluso, en los propios archivos de la Biblioteca Nacional figura esta circunstancia.