Los funcionarios de prisiones de Brieva piden que se les reconozca como agentes de la autoridad

Dicen que son los grandes olvidados entre los funcionarios del Estado y que pocos conocen bien su labor. En el día de Nuestra Señora de la Merced, patrona de instituciones penitenciarias, te hablo del funcionario de prisiones... y te adelanto que poco tienen que ver los funcionarios prisiones de España, con los que vemos en las películas o series americanas, capaces de hacer frente a un motín pistola o porra en mano, protegidos por un escudo antidisturbios.

En la cárcel de mujeres de Brieva, hay en la actualidad 145 funcionarios de prisiones y su principal reivindicación es que se les reconozca como agentes de la autoridad. Gonzalo Cruz, responsable de Instituciones Penitenciarias de CSIF Ávila, lamenta que no sean considerados como profesión de riesgo y denuncia que cada año aumentan el número y la gravedad de agresiones a funcionarios. En lo que llevamos de año se ha producido varias en Brieva.

Recuerda Gonzalo Cruz que el único material que llevan los funcionarios de prisiones en España es su uniforme, un bolígrafo y una libreta para apuntar las posibles incidencias. Piden medios de defensa personal, como pistolas taser, para las intervenciones que así lo precisen porque, insiste, no se puede acudir “a pecho descubierto”.

Actualmente la cárcel de Brieva, con capacidad para 450 internas, está en obras con un módulo cerrado. El número de presas ha disminuido y es de 70 mujeres pero, lamenta Cruz, que el 85 por ciento de ellas tienen prescrita medicación psiquiátrica y a los funcionarios no se les forma para saber actuar con internas de este perfil.

Según este funcionario de prisiones “las agresiones salen gratis a las internas y únicamente se saldan con una falta”.

CSIF se ha negado este martes a participar en los actos de la patrona de Instituciones Penitenciarias, lamentando que la administración central “no tiene ni un gesto público de reconocimiento para sus funcionarios de prisiones”. Critica “las trabas y la falta de apoyo del Gobierno” a este colectivo que pese a todo sigue realizando su trabajo “con rapidez, solvencia y una eficacia digna de elogio”.