Primera jornada del juicio por el accidente del autobús de Tornadizos

La primera jornada ha venido marcada por la declaración del acusado, Ramón González Sánchez, además de once testigos que viajaban aquel día en el autobús. En su intervención, el Ministerio Fiscal ha basado su argumento en la falta de horas de sueño del acusado, siendo inferior a las 8 horas reglamentarias. Por su parte, el acusado ha defendido que ese día “se encontraba fresco”,que era un trayecto que realizaba con frecuencia y que había disfrutado de descanso los días prévios.

Sobre el accidente, la acusación pública ha puesto sobre la mesa los informes periciales elaborados por los agentes de la Guardia Civil, que ponen de manifiesto que el autobús se salió fuera de la carretera y permaneció así de manera continuada, que el acusado nunca llevo a cabo una maniobra evasiva para corregir la situación. Además, y según los informes, el acusado no activo en ningún momento un segundo freno eléctrico previsto, entre otras cosas, para casos emergencias. Un dato que ha corroborado uno de los viajeros del autobús, quién ha asegurado, además, que el conductor no disminuyo la velocidad en ningún momento a pesar de las múltiples colisiones.

Por último y sobre la posibilidad de que el chófer se hubiera quedado dormido al volante, el acusado ha declarado “no tener constancia de haberse dormido al volante”.

Mañana continúan las declaraciones de los testigos, y ya el miércoles será el turno del resto de los testigos y los peritos tanto de la Guardia Civil como del Instituto de Investigación del Automóvil.

El jueves, última jornada, donde declararán los peritos propuestos por la defensa y los médicos forenses. A continuación, se celebrará la prueba documental y, por último, las conclusiones y los informes finales.