Así se ha vivido en Burgos el derribo del emblemático Mercado Norte

El Mercado Norte de Burgos, ese lugar donde tantas generaciones han hecho la compra, donde se han forjado amistades entre vendedores y clientes, y donde el bullicio de la ciudad se mezclaba con el aroma de los productos frescos, comienza a ser solo un recuerdo. Desde este miércoles las máquinas inician su labor para derribar definitivamente este edificio que ha marcado el corazón comercial de la ciudad.

El derribo de este emblemático mercado, ubicado en un emplazamiento privilegiado entre la Plaza de España y la calle Hortelanos, ha comenzado a primera hora de la mañana, aunque ya en la noche anterior llegaron las primeras máquinas. La demolición, llevada a cabo por Construcciones y Excavaciones Erri-Berri, durará tres semanas, pero no será hasta el 17 de junio cuando concluyan completamente los trabajos de retirada de escombros.

Roberto Izquierdo, jefe de obra de la empresa de demolición, explica que se está utilizando una pinza especial de acero para reducir el ruido y las molestias a los vecinos. "Si fuera un martillo, nos estaría molestando muchísimo el ruido, así que la molestia es mucho menor", señala. Además, adelanta que se irán incorporando más máquinas en los próximos días. "Hemos empezado esta mañana con una máquina con pinza, mañana trabajaremos con otra con brazo normal de excavación y más adelante meteremos otra de unas 30 toneladas con brazo corto", detalla.

Para minimizar el polvo generado por la demolición, la empresa ha implementado un sistema de riego. "Tenemos una pinza acoplada a la máquina que suelta agua justo en la pinza, y además contamos con apoyo en la parte baja para hacer el menor polvo posible. Como veis, ahora mismo no hay nada de polvo", explica Izquierdo. Sin embargo, la operación no ha estado exenta de dificultades. "El acceso ha sido complicado, sobre todo en la entrada a Plaza España, porque teníamos muy poco sitio. Por San Lesmes no podíamos pasar porque lo habríamos reventado todo, y pasar por encima  teniendo al lado el río con tanto peso era inviable", concluye.

Opiniones encontradas

Vecinos y comerciantes han seguido de cerca la demolición con opiniones dispares. Avelino, un residente de la zona, reconoce que las obras generan molestias, pero cree que "hay que aguantar, siempre que hay una obra, hay molestias, eso es lógico". Otro vecino, Jesús, expresa cierta nostalgia: "Da pena, porque es una cosa que hemos visto hacer y ahora se va, pero bueno, la cosa es así". No obstante, valora positivamente que "el nuevo mercado será más moderno y adecuado a las circunstancias".

Los comerciantes de la zona también se han visto afectados. Carolina, que trabaja en una inmobiliaria detrás del Mercado Norte, critica la falta de organización: "Para los que trabajamos aquí es muy difícil movernos y aparcar. Tenía que haber habido un poco de previsión". Una opinión similar tiene Mari Nieves, dueña de una pollería: "Quitar el aparcamiento nos ha hecho daño porque la gente quiere venir, aparcar y no puede".

Para los vendedores del antiguo Mercado Norte, la demolición significa el fin de una era. Raquel, que siguió un negocio familiar con un puesto de huevos durante más de 30 años, expresa su tristeza: "Son muchos años trabajando allí, toda una vida". Víctor, frutero en el mercado provisional, comparte la nostalgia: "Se acaba una etapa y empieza otra, pero bueno, bien".

Un mercado histórico de Burgos

Este mercado, inaugurado en 1967 por el entonces alcalde Fernando Dancausa, sustituyó al antiguo Mercado de Abastos de la calle Santocildes. Fue concebido como la imagen del Burgos moderno, pero con el tiempo fue perdiendo relevancia debido a la proliferación de supermercados y el cambio en los hábitos de consumo. En 1999 se llevó a cabo una gran reforma, pero los problemas estructurales persistieron, lo que llevó al Ayuntamiento a plantear su remodelación en 2007. Sin embargo, la crisis económica paralizó el proyecto.

La financiación de la demolición corre a cargo de la Junta de Castilla y León, que ha asignado fondos específicos para esta obra. Mientras tanto, los burgaleses pueden seguir realizando sus compras en el Mercado Norte provisional, ubicado en la Plaza de España, donde 28 puestos continúan ofreciendo sus productos.

Ahora, la ciudad dice adiós a este edificio histórico para dar paso a un nuevo Mercado Norte, que espera convertirse en un referente comercial adaptado a las necesidades actuales. Al igual que el antiguo Mercado de Abastos dejó paso al Mercado Norte en los años sesenta, ahora este también será sustituido. La historia se repite, pero el espíritu de mercado sigue vivo en Burgos. Pronto, un nuevo edificio ocupará su lugar, listo para escribir un nuevo capítulo en la historia comercial de la ciudad.