Burgos Acoge: 30 años transformando vidas y rompiendo barreras en la inclusión de las personas migrantes

En una sociedad cada vez más diversa, la labor de organizaciones como Burgos Acoge se vuelve imprescindible. Con más de tres décadas de experiencia, esta entidad sin ánimo de lucro ha sido un pilar fundamental en la acogida y apoyo a miles de personas migrantes que llegan a la capital y provincia de Burgos, buscando un futuro mejor.

Nuria Revilla, trabajadora social en Burgos Acoge, lleva 14 años acompañando a quienes llegan a la provincia en situaciones vulnerables. "Desde que me uní al equipo, que en ese momento éramos seis personas, hemos crecido y ahora somos 16. Esto refleja la creciente demanda, especialmente desde 2016, cuando comenzamos a atender a personas refugiadas", comenta Revilla.

Desde su fundación, Burgos Acoge ha asistido a más de 22.000 personas, brindándoles apoyo no solo en lo básico, como el empadronamiento o el acceso al sistema sanitario, sino también en áreas cruciales como la búsqueda de empleo, la escolarización y el aprendizaje del idioma. "El aprendizaje del castellano es esencial para la integración", señala Revilla, subrayando la importancia de este servicio en su trabajo diario.

Un acompañamiento integral

El proceso de acogida que ofrece Burgos Acoge es integral y personalizado. "Hoy mismo han llegado nuevas personas a la entidad. Siempre hacemos una primera acogida con la trabajadora social, donde escuchamos sus necesidades y luego derivamos a los diferentes servicios de la asociación, como el ámbito jurídico, la formación, el empleo o la vivienda", explica Nuria.

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Ante tantos conflictos bélicos en todo el mundo, surge la pregunta de si Burgos puede acoger a más población migrante. Nuria lo tiene claro. "El número es mínimo en la ciudad en comparación con otras ciudades, incluso con otros países europeos. Lo que está cogiendo ahora mismo España está muy por debajo de la media", asegura.

Uno de los mayores retos que enfrentan en esta entidad es la regularización de la situación de muchas personas migrantes. "El mercado laboral está en necesidad de personal, y muchas empresas nos piden contratar a personas migrantes, pero lamentablemente no siempre pueden hacerlo de inmediato. Esto crea un vacío en sectores como la agricultura o el cuidado de personas", detalla la trabajadora social.

La importancia del apoyo emocional

Además de los retos laborales y administrativos, muchas de las personas migrantes que llegan a Burgos Acoge arrastran traumas emocionales y necesitan apoyo psicológico. "La parte emocional es cada vez más importante. Llegan muy tocados, y necesitan ese apoyo para poder respirar y descansar", confiesa Revilla.

En estos 30 años de historia y con las 22.000 vidas impactadas, Burgos Acoge no solo ha sido un refugio para quienes llegan huyendo de situaciones difíciles, sino también un motor de aprendizaje para sus trabajadores. "Nosotros aprendemos mucho de las personas que llegan. Nos enseñan más de lo que podemos ofrecerles", concluye Nuria.