La conmovedora historia de Magnolia Sánchez: De Colombia a Burgos huyendo de la persecución en su país natal

Esta mujer encontró un apoyo vital en Burgos Acoge y ha trabajado en empleos que muchos evitan, demostrando su resiliencia y capacidad de adaptación en busca de un futuro mejor

Raúl González

Burgos - Publicado el - Actualizado

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Magnolia Sánchez es una colombiana que llegó a Burgos en el año 2020 buscando refugio y seguridad, tras verse obligada a huir de su tierra natal debido a las amenazas del paramilitarismo en su país. Su vida cambió radicalmente desde su llegada a España y ha logrado encontrar una nueva familia en Burgos, gracias al apoyo de la organización Burgos Acoge. Ahora se siente una burgalesa más.

“Yo llegué a Burgos por mi sobrina, que ya vivía aquí desde hacía varios años. Mi intención era solicitar asilo político debido a las amenazas que recibía por mi activismo en Colombia. Llegué justo antes del confinamiento por la pandemia y mi proceso de asilo se vio postergado, lo cual fue muy difícil”, explica Magnolia. Durante esos duros momentos, la ayuda de Burgos Acoge fue crucial. "Desde el primer día me trataron con mucho cariño y apoyo. Marta, de la organización, fue quien me acogió y, desde entonces, se convirtieron en mi familia aquí", añade.

A lo largo del proceso, Magnolia se enfrentó a problemas no solo legales, sino también de salud. La incertidumbre sobre su futuro la llevó a apoyarse completamente en esta organización, que no solo le brindó asistencia legal, sino también ayuda para conseguir trabajo y acceder a atención médica.

Trabajadora incansable y ejemplo de humildad

A pesar de las dificultades, Magnolia no se rindió. Demostró una tenacidad admirable y comenzó a trabajar en muchos de esos puestos que el resto de ciudadanos desechan. Pasó por distintos empleos, desde el cuidado de personas mayores hasta el trabajo en cocinas, algo completamente nuevo para ella, dado que en Colombia había dedicado su vida al sector público. "He tenido que adaptarme, pero eso me ha hecho más fuerte", señala.

COPE

Magnolia Sánchez.

Además de su propia experiencia, Magnolia destaca el trato que ha recibido por parte de la sociedad burgalesa. A pesar de las diferencias culturales y las posibles barreras, asegura que la ciudad la ha acogido con los brazos abiertos. “No he tenido experiencias negativas. Al contrario, los burgaleses me han dado mucho afecto y me han hecho sentir parte de esta sociedad”, afirma.

Rompiendo con los estereotipos

Magnolia también hace hincapié en los prejuicios que a menudo rodean a las personas migrantes. “Es un mito que venimos aquí a vivir de ayudas. La realidad es que es muy difícil conseguirlas. En mi caso, he trabajado sin descanso para poder sostenerme. El apoyo que he recibido ha sido más moral y emocional que económico”, explica. Para Magnolia, la clave está en la perseverancia y en la disposición para adaptarse a las nuevas circunstancias, algo que ha aprendido con creces.

Aunque Magnolia siempre tendrá a Colombia en su corazón, ha dejado claro que su vida ahora está en Burgos. “Volveré a Colombia solo para visitar a mi familia, pero no para quedarme. Aquí en Burgos he encontrado mi segunda oportunidad y estoy decidida a quedarme”, concluye.

Esta colombiana es un claro ejemplo de cómo la población migrante solo busca un futuro mejor, aunque tenga que demostrar más fortaleza y resiliencia que los que viven en nuestro país. Y es que abandonar tu país por fuerza mayor es una dura decisión a la que hay que sumar la capacidad de adaptarse, integrarse y contribuir a la sociedad que les acoge. Magnolia lo ha demostrado y ahora es una burgalesa más.