Cuidado con lo que escribes: las reseñas falsas en Google pueden ser delito

Las opiniones y comentarios en páginas web han adquirido un peso determinante en la toma de decisiones de los consumidores. Es habitual guiarse en sitios como Google por las sensaciones que transmiten otros usuarios. Desde la elección de un restaurante hasta la reserva de un hotel, las reseñas de otros clientes pueden inclinar la balanza a favor o en contra de un establecimiento. Sin embargo, no todas las opiniones son honestas, y en algunos casos, pueden acarrear consecuencias legales.

En una entrevista con COPE, el abogado Roberto Portilla, del despacho Portilla Arnaiz Abogados, ha explicado que las reseñas fraudulentas pueden convertirse en un problema serio tanto para los consumidores como para los propios negocios. “Existen empresas que se dedican a vender comentarios positivos para mejorar la reputación online de ciertos establecimientos. Si se demuestra que una empresa ha comprado estas reseñas falsas a sabiendas, podría enfrentarse a una denuncia por competencia desleal”, advierte Portilla.

Manipular la percepción del usuario mediante comentarios ficticios altera la realidad del mercado y engaña al consumidor, lo que podría derivar en sanciones para los establecimientos que incurran en estas prácticas.

Cuando la opinión se convierte en delito

No solo los negocios pueden incurrir en ilegalidades. Los propios usuarios también deben ser conscientes de que sus reseñas tienen límites legales. “Cualquier persona está en su derecho de expresar su opinión sobre un servicio recibido, pero si esa opinión se basa en datos falsos, exageraciones malintencionadas o calumnias, podría estar cometiendo un delito”, explica el abogado.

Cuando una reseña negativa cruza la línea de la crítica y entra en el terreno de la difamación, el propietario del negocio afectado tiene derecho a emprender acciones legales. “Se pueden presentar denuncias ante la Policía o el juzgado de guardia para que se investigue si el comentario ha causado un perjuicio económico real”, indica Portilla.

Casos extremos: chantajes y coacciones

En algunos casos, los comentarios negativos no solo son falsos, sino que pueden utilizarse como herramienta de chantaje. “Hemos visto situaciones en las que clientes amenazan con dejar malas reseñas a menos que reciban descuentos o productos gratis. En este caso, podríamos hablar de coacción, lo que también tiene consecuencias legales graves”, señala el abogado.

Esta práctica, aunque menos conocida, es más común de lo que parece y puede suponer pérdidas significativas para los negocios afectados.

¿Qué pueden hacer los negocios afectados?

Si un propietario considera que su negocio está siendo perjudicado por reseñas falsas, tiene varias vías de acción:

1. Responder a las reseñas: Muchas plataformas permiten a los dueños de negocios responder a los comentarios para aclarar posibles malentendidos.
2. Denunciar las reseñas falsas: Google, TripAdvisor y otras plataformas tienen mecanismos para reportar comentarios que no cumplan con sus políticas.
3. Tomar medidas legales: Si las reseñas falsas afectan gravemente la reputación y los ingresos del negocio, se puede interponer una denuncia para que se investigue el caso.

En un mundo digital donde la reputación online es clave, la transparencia y la honestidad son fundamentales. Tanto consumidores como empresas deben actuar con responsabilidad para evitar problemas legales y fomentar una competencia justa en el mercado.