Las humedades en pisos de alquiler, ¿quién debe pagarlas? Una sentencia lo confirma
Un caso judicial ha resuelto esta cuestión con un fallo inesperado que podría sentar un precedente importante. Lo explica en COPE el abogado Roberto Portilla

Humedades en la pared de un hogar
Castilla y León - Publicado el
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Si tienes humedades en casa y no sabes quién debe pagarlas, esta sentencia puede sorprenderte. Las humedades en una vivienda pueden parecer un problema menor, pero cuando afectan a un piso de alquiler, la pregunta sobre quién debe hacerse cargo puede generar auténticos conflictos legales. Imagina que un día descubres manchas de humedad en las paredes de tu hogar arrendado, el aire se siente pesado y los muebles comienzan a deteriorarse. Tu primera reacción puede ser avisar al propietario, pero ¿qué pasa si te dice que la responsabilidad es tuya? ¿Tienes derecho a dejar de pagar el alquiler hasta que se solucione el problema?
Este es un dilema más común de lo que parece y ha llevado a múltiples disputas en los tribunales. Recientemente, un caso judicial ha resuelto esta cuestión con un fallo inesperado que podría sentar un precedente importante. La clave radica en determinar si la causa de las humedades es responsabilidad del arrendador o si, por el contrario, el inquilino debe encargarse de mantener el hogar en condiciones adecuadas.
Un caso judicial que marca la diferencia
El caso que analizamos ocurrió recientemente y se inició cuando un propietario reclamó a sus inquilinos el impago de varias mensualidades de alquiler. Sin embargo, los arrendatarios se defendieron alegando que la vivienda no estaba en condiciones adecuadas para vivir debido a la presencia de humedades.

La clave del caso radicaba en demostrar la causa de las humedades. ¿Se trataba de un problema estructural del inmueble o era consecuencia del mal mantenimiento por parte de los inquilinos? En situaciones como esta, la carga de la prueba es fundamental.
Según el abogado Roberto Portilla, experto en derecho inmobiliario, "en este tipo de casos, lo más importante es contar con pruebas claras y contundentes sobre el origen del problema. No basta con alegar que hay humedades; hay que demostrar su causa y cómo afectan al uso de la vivienda".
El veredicto del juzgado
El juez determinó que los inquilinos no podían justificar su impago del alquiler basándose en las humedades. La sentencia se basó en dos elementos clave:
Falta de pruebas: Durante el tiempo en el que dejaron de pagar el alquiler, los inquilinos no presentaron ninguna evidencia clara de que las humedades les impidieran hacer uso de la vivienda en condiciones normales.

La gotera en un aula ha provocado humedades y un agujero
Informe pericial: Un informe técnico determinó que, si bien las humedades existían, no estaban causadas por problemas estructurales del edificio ni por filtraciones externas. Más bien, parecían derivarse de una falta de ventilación y mantenimiento adecuado por parte de los inquilinos.
Portilla explica que "la sentencia deja claro que, si bien un inquilino tiene derecho a exigir que la vivienda esté en buenas condiciones, esto no lo exime de su obligación de pagar el alquiler si no puede demostrar que el problema es responsabilidad del propietario".
Como resultado, el juez falló a favor del propietario, obligando a los inquilinos a abonar las rentas pendientes.
¿Qué implica esta sentencia para futuros casos?
Este fallo puede ser clave para futuros litigios entre propietarios e inquilinos. En primer lugar, refuerza la importancia de demostrar con pruebas fehacientes cualquier problema en la vivienda antes de suspender el pago del alquiler. Además, pone el foco en la obligación de los inquilinos de ventilar y mantener la vivienda en condiciones adecuadas.

Tendedero de interior con ropa
"En muchas ocasiones, los problemas de humedad pueden solucionarse con una correcta ventilación y mantenimiento diario por parte de los inquilinos. No siempre se trata de un defecto estructural", apunta el abogado.
En definitiva, si vives de alquiler y detectas humedades, no des por sentado que el propietario es el responsable. Antes de tomar cualquier decisión drástica, reúne pruebas, contacta con un perito y sigue los procedimientos adecuados. Porque, como demuestra este caso, la justicia puede no estar siempre del lado que imaginas.