La Iglesia en Burgos reclama “un nuevo sistema productivo que ponga a la persona en el centro”
Con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente hoy 7 de octubre, diversas entidades eclesiales reivindican condiciones dignas para los empleos esenciales
Burgos - Publicado el - Actualizado
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Las entidades de inspiración cristiana que impulsan en España la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), hacen hoy un llamamiento a celebrar hoy, 7 de octubre, la Jornada Mundial por el Trabajo Decente “moviéndose” y alzando la voz en los barrios, ante las organizaciones sindicales y en las instituciones de gobierno para reclamar un “nuevo modelo productivo que, en pleno impacto social de la pandemia, garantice empleo digno y accesible”.
En Burgos lo promueven Acción Católica General, Cáritas, Confer, las delegaciones diocesanas de Familia y Vida, Pastoral Gitana, Pastoral de Migraciones, Pastoral Penitenciaria, Pastoral Obrera, el secretariado diocesano de Trata, Encuentro y Solidaridad, Juventud Obrera Cristiana y Hermandad Obrera de Acción Católica.
Además de la difusión del manifiesto, se ha organizado un acto reivindicativo en la Plaza Mayor de la capital para esa fecha, a las 19.30 horas, y una vigilia de oración en la iglesia de La Merced (Jesuitas) a las 20.15 horas.
En un comunicado recogido por la Agencia Ical, los organizadores señalan que la crisis ha enseñado que “se puede consumir menos y mejor, que el servicio de aquellos oficios menos valorados, social y económicamente son los que sostienen la vida y el cuidado comunitario”. Además, denuncian que “la realidad en que nos encontramos está visibilizando las consecuencias de un modelo productivo incapaz de generar empleo con alto valor añadido y caracterizado por las altas tasas de precariedad laboral”.
Por todo ello resumen sus exigencias en varios puntos. En primer lugar, reiteran la necesidad de apostar por un nuevo sistema productivo, capaz de generar empleos con alto valor añadido y que ponga a la persona en el centro. Asimismo, piden lograr el reconocimiento social y laboral de los empleos esenciales para la vida, con unas condiciones laborales dignas que permitan a las personas salir de la pobreza.
Entre sus peticiones está también el reconocer el derecho a la protección social sin que esté supeditado a la vida laboral, y garantizar que el ingreso mínimo vital sea una realidad para las personas que lo necesitan, dotando a las instituciones de los recursos necesarios para su gestión.
Por último piden que se asegure la percepción del subsidio extraordinario a las trabajadoras de hogar y que se reconozca su derecho a la prestación por desempleo al igual que para el resto de personas trabajadoras.