La presencia de la mujer en la Iglesia y la atención pastoral al mundo rural fueron dos de las reflexiones de hoy en la segunda sesión de trabajo de la fase final de la Asamblea Diocesana, celebrada en el Seminario de San José de Burgos. Se trata de un proceso de consulta y reflexión en el que participan 183 representantes de todo el Pueblo de Dios y con el que la archidiócesis de Burgos quiere planificar su futuro.
Durante el encuentro celebrado hoy, la reunión plenaria debatió y votó medio centenar de enmiendas (de un total de 80), presentadas al primero de los bloques temáticos del proceso, trabajado hace un par de semanas y relativo a cuestiones que atañen a la vivencia personal de la fe.
Tal y como señalan desde la diócesis, “en un clima de diálogo, y buscando el consenso que quiere primar en la toma de decisiones”, se presentaron diferentes enmiendas relativas a la importancia de la oración personal y comunitaria, la Palabra de Dios, la celebración de la eucaristía, el primer anuncio o los procesos formativos en la vida de los cristianos.
Además, se dialogó sobre posibles “hermanamientos” entre monasterios de clausura y parroquias; las nuevas espiritualidades que surgen en la cultura actual, la necesidad de la presencia de una “mínima comunidad” para celebrar la eucaristía, la posible creación de un equipo o secretariado diocesano de primer anuncio y cuáles deberían ser los procesos diocesanos de formación y acompañamiento. También se mostraron diferentes propuestas sobre el papel de la archidiócesis en el ámbito de las misiones y la cooperación con distintas Iglesias en todo el mundo.
Organización eclesial
Los asistentes a la reunión afrontaron, además, el segundo de los ejes que dan contenido al proceso sinodal y reflexionaron sobre cómo “hacer misioneras nuestras comunidades”. Con el lema ‘el gozo de vivir como Iglesia’, el trabajo se dividió en varias mesas temáticas, en las que se abordaron cuestiones relativas a la iniciación cristiana y el catecumenado, la pluralidad de vocaciones, carismas y ministerios en la comunidad eclesial, la presencia femenina en la Iglesia, el ejercicio de la práctica sinodal, las nuevas formas de organización pastoral atendiendo el mundo rural y el urbano, delegaciones y servicios pastorales. Además, atendiendo a las reivindicaciones de la sociedad burgalesa hacia la Iglesia, se ha incluido un séptimo equipo de trabajo que dialogó sobre transparencia y autofinanciación en la economía diocesana.
Las reflexiones y propuestas de estas mesas temáticas serán incorporadas al documento de trabajo. Se abre ahora una semana para presentar enmiendas, que serán votadas en la próxima reunión plenaria de la Asamblea, que tendrá lugar el 5 de marzo. La jornada concluyó con la celebración de una eucaristía en la Catedral, presidida por el arzobispo, Mario Iceta.