Pronóstico positivo para el sector agroalimentario en Burgos de aquí a 2029

El sector primario y el sector agroalimentario mejorarán su peso en el Producto Interior Bruto de la provincia y en la creación de empleo de aquí a 2029. Así se desprende del estudio realizado sobre la industria agroalimentaria en Burgos presentado esta mañana por FAE y la Fundación Caja Rural. Para este horizonte 2029 se prevé un crecimiento económico del valor añadido bruto de la economía burgalesa de entorno al 3% interanual.

Un sector que da trabajo a más de 11.000 personas en nuestra provincia, distribuidas en 495 empresas con un peso económico de 380 millones de euros. En palabras de Ramón Sobremonte, Director General de Cajaviva Caja Rural, el 20% de toda la actividad primaria y agroindustrial de Castilla y León se hace en Burgos, el 10% de toda la actividad industrial burgalesa es del sector agroindustrial, supone más del 7% del PIB y es una de las locomotoras de nuestras exportaciones.

Hay que destacar que para este estudio no se ha tenido en cuenta a las grandes empresas del sector agroalimentario de Burgos, como son Pascual, San Miguel y Campofrío, ya que desvirtuaría la realidad del estudio que se fija en los productores de menor entidad y sirve para hacer una aproximación más certera del futuro de este sector.

Sí que preocupa en esa previsión que, a pesar de que se considera que la economía burgalesa crecerá, va a perder peso nuestra economía tanto en valor absoluto como en valor relativo. De hecho, se predice una caída interanual del valor añadido bruto industrial del 2%. Sin embargo, para la economía basada en la agroindustria, la parte del sector agroindustrial y la parte del sector primario las previsiones son "excelentes". Se prevé que crezca la agroindustria en torno a un 5% interanual en tasas medias de crecimiento.

Por delante, retos como la digitalización deben acometerse cuanto antes para que este crecimiento sea mayor. No hay que olvidar que el sector primario asienta población en el medio rural y las sinergias con el sector industrial y el sector servicios son evidentes. Esa materia prima se transforma en las empresas agroalimentarias y se consumen, entre otros, en los locales de hostelería. Una rueda que no deja de girar y que, según este estudio, puede girar todavía a mayor velocidad.