La unidad de ictus del Hospital Universitario de Burgos atiende cada año a 400 pacientes: “una de las pioneras”

La huella del ictus permanece en 8 de 10 diez casos, actuar de forma rápida es clave para una recuperación exitosa. Es una enfermedad neurológica grave que afecta gravemente a las personas de edad, pero que también impacta en el colectivo joven. De hecho, se están detectando más casos en menores de 55 años. Hay factores que pueden desencadenarlo: el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión o la diabetes, pero puede sobrevenir en personas aparentemente sanas. 

Unos 6.000 ictus al año en Castilla y León. La incidencia es de 187 casos por cada 100.000 habitantes. Se estima que hay unas 5.700 personas que tienen daño cerebral adquirido. 400 de esos pacientes pasan cada año por el Hospital Universitario de Burgos. La doctora Esther Cubo es la jefa del servicio de neurología. Ha explicado en Herrera en COPE que esta unidad nació en el año, 2006, “es pionera”. Responde al plan estratégico de protección para el cerebro y contra el ictus.

Es una unidad de cuidados intensivos e interdisciplinar que está dirigida por neurólogos especializados, con una enfermería formada y con apoyo de una unidad de radiología intervencionista que participa en el diagnóstico y tratamiento. Además, cuenta con una unidad de rehabilitación desde el ingreso hasta el alta hospitalaria del paciente.

Perfil del paciente

Hay un factor riesgo que está asociado a la edad, pero desde la unidad detectan que han crecido los pacientes afectados con menos de 55 años, como ha explicado el doctor Daniel Pascual, neurólogo especializado en ictus. 

La edad es un factor que también influye en el daño cerebral que se produce tras sufrir un ictus. “Es muy variable”, dado que también influye la circulación del cerebro. Detectar los síntomas es clave para aplicar un tratamiento en las primeras 24 horas.

Síntomas y consejo de los expertos

“No hay que esperar, no hay que quedarse en casa ni acostarse a esperar a que pase”, explica en Herrera en COPE la doctora Ana Echavarría, neuróloga especialista en ictus que trabaja en la unidad del HUBU. 

Los síntomas más comunes tienen que ver con el lenguaje, pero también con la pérdida de fuerza, visión doble...”Cuando aparecen estos síntomas, hay que buscar atención urgente porque hay más posibilidades de que se puedan recuperar los pacientes”.