DONANTES DE ÓRGANOS
Pepe, un zamorano de 70 años, con pulmones nuevos: “Como morir y volver a resucitar”
Crece un 59% en Castilla y León el número de donantes de órganos en el primer trimestre

Pepe, un paciente de 70 años con trasplante bipulmonar y Marcelo Jiménez, jefe del servicio de cirugía torácica del Hospital de Salamanca, conversan en Herrera en COPE
Valladolid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Hoy se ha levantado con carraspera y no es para menos porque Pepe va a tener que aprender a usar sus nuevos pulmones. Aprender a respirar e incluso a toser. Ya ha pasado lo peor: 12 horas en un quirófano y tres semanas de ingreso hospitalario en el Complejo asistencial de Salamanca. Pepe es de Zamora, tiene 70 años, y dice que hoy siente que ha muerto y ha resucitado. Sufría de EPOC, una obstrucción pulmonar severa que le impedía caminar más de 20 metros. No podía hacer prácticamente nada. Fueron cinco años de gran deterioro y la pandemia empeoró aún más sus síntomas. Hoy respira aliviado. “Como morir y volver a resucitar, igual es un poco brusco, pero llevaba cinco años que veía cómo la vida se me iba”, ha comentado en Herrera en COPE.
Atrás ha quedado su asfixia, su imposibilidad para hacer una vida normal, atrás también una compleja intervención y tres semanas para ajustar el tratamiento. Por delante, una habilitación muy intensiva. Marcelo Jiménez es director del programa de trasplantes pulmonares y jefe del equipo de cirugía torácica del Hospital Universitario de Salamanca. Nos ha explicado en Herrera en COPE cómo serán el proceso de recuperación de Pepe. “Cuando se hace un trasplante, la sensibilidad natural de los pulmones se pierde, hay que enseñar a escuchar ruiditos, expulsar y llevar un régimen de vida muy regular”.
“Como morir y volver a resucitar"
Trasplantado con dos pulmones en Salamanca
Pepe es consciente de le queda un largo proceso de rehabilitación, pero está dispuesto a asumirlo, la vida y su salud le va en ello. “Las intentaré llevar lo máximo posible y luego la satisfacción de volver a vivir, pero es que es así, aunque suene repetitivo”, nos explica.
La solidaridad del donante
A Pepe sólo se le escucha respirar cuando se le pregunta: ¿Qué le diría a su donante? Se queda sin palabras, pero activa los pulmones que un día estuvieron alojados en otra persona y que hoy le han devuelto la vida. Es la reacción de un paciente agradecido por tener la oportunidad de seguir viviendo.
No titubea cuando hay que animar a ser donantes y es contundente: “Que no duden en hacerlo, en el cementerio no valen para nada los órganos y, en cambio, pueden dar una vida, como es a mi”.
El número de donantes de órganos en Castilla y León en los primeros tres meses del año se situó en los 35, frente a 22 que del mismo periodo del año anterior. Esto supone un 59 por ciento más de incremento interanual, 66 riñones, 24 hígados, cuatro corazones, cuatro páncreas y 16 pulmones, como los de Pepe.