Cuatro fotografías de prensa dan luz a los carteles de las procesiones nazarenas de Palencia bajo el ‘enfoque morado’

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Madre la Virgen de la Amargura y la Asociación de la Prensa de Palencia han fraguado una colaboración durante la Semana Santa de 2025 a través de la cual diversas imágenes de fotógrafos, que se enmarcan en medios de comunicación y labores profesionales, representarán a las procesiones y actos que se organizan desde el seno nazareno a partir de la elaboración de carteles que serán promocionados en redes sociales y en formato convencional en calles y establecimientos, bajo el lema ‘Enfoque morado’. 

Esta iniciativa, que posee visos de continuación en el tiempo, no es más que la recuperación de una actividad cofrade que se realizaba en el pasado, con la que se pretende ratificar el carácter indispensable y definitorio que ejercen los nazarenos, así como de sus procesiones e imaginería en el conjunto de Palencia y de su condición artística, popular y religiosa.

Su presentación fue realizada ante los medios de comunicación de la mano del vocal de Comunicación de la Cofradía, David Herrero, junto a la presidenta de la Asociación de la Prensa de Palencia, Raquel Arconada, quienes estuvieron acompañados por varios de los autores de las fotografías, que en esta ocasión hicieron referencia a Manuel Brágimo, Sara Muniosguren, Marta Moras y Virginia Cuevas.

“Los nazarenos y nuestra túnica morada fueron, son y serán seña de identidad de la Semana Santa de esta ciudad, con Nuestro Padre y su madre, la Amargura, como guía y protección de un pueblo, que acompaña a nuestros hermanos en ese camino penitencial que configuran las tres procesiones titulares”, afirmó David Herrero, al mismo tiempo que puso el foco en los fotógrafos y en la prensa en general como colaboradores necesarios para trasladar e inmortalizar lo que ocurre a través de ese ‘Enfoque Morado’. Asimismo, Herrero resaltó que en esta primera edición se ensalza el valor patrimonial, artístico, cultural y religioso de “todos los actos cofrades”.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de la Prensa de Palencia, Raquel Arconada, ensalzó la labor de los periodistas palentinos para lograr que la Semana Santa de Palencia fuera declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional ya que “uno de los requisitos que te piden para que te sea concedida esta distinción es que al menos tengas 20 impactos en medios de comunicación nacionales”, esgrimió. En ese sentido, Arconada destacó el trabajo de los periodistas gráficos palentinos "que año tras año buscan un enfoque, una perspectiva original, un gesto u otra percepción, para seguir mostrando las imágenes de nuestra Semana Santa".

Imágenes que hablan

Esta iniciativa se conforma por cuatro imágenes, es decir, tres de ellas para cada una de las procesiones propias de la Cofradía, además de una restante que da nombre al conjunto de la Semana Santa Nazarena, obra del fotógrafo Manuel Brágimo, que se centra en el paso de la cruz guía y el incensario por la Iglesia de San Miguel de cara al Martes Santo. Con ello se simboliza ese inicio del camino, que abre esa cruz en forma de destino para lo que está por venir.

En el caso del Martes Santo, Sara Muniosguren escenifica la procesión de El Prendimiento con una fotografía centrada en la corona de espinas, que es sostenida por un hermano nazareno, con la atenta mirada de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli tras su salida desde la Iglesia de San Miguel. Foco centrado en la traición, el sufrimiento y el calvario de Cristo.

La madrugada del Viernes Santo apunta a Marta Moras con la noche y las caídas de ‘El Abuelo’ como único e indiscutible protagonista, cuya foto se enmarca en su paso por el interior de la Catedral durante una de sus tres caídas tras ser cargado a hombros por cofrades nazarenos durante la procesión de Silencio y Penitencia.

Por último, la mañana del Viernes Santo y Los Pasos lleva el nombre de Virginia Cuevas, fotógrafa vallisoletana del mundo cofrade y muy apegada a la Semana Santa de Palencia, quien enfoca su objetivo a Nuestra Madre la Virgen de la Amargura, quien juega un papel esencial en la despedida con su hijo en la parte final de la procesión, en la plaza de San Pablo.

La cotitular de la Cofradía se encuentra inmersa en su propio camino de peregrinación con un final previsible en 2026 hasta su Coronación Canónica.