Un enigmático hallazgo de noche y en plena carretera asusta a los vecinos de un pueblo de Palencia: "Da yuyu"

Profundamente arraigado en nuestra psicología, reforzado por la cultura popular e incluso por nuestras propias experiencias. Aunque en muchos casos se trata de un temor irracional, es innegable que la mezcla de lo humano con lo inanimado genera una sensación de inquietud difícil de ignorar. 

Si a este cóctel añadimos un encuentro extraño, en un lugar inesperado y con nocturnidad, obtenemos la mezcla perfecta de temor, inquietud o mal rollo.

Es lo que les ha sucedido a los vecinos de la localidad palentina de Dueñas, cuando han descubierto durante los últimos días como varias muñecas han ido apareciendo de manera sorprendente de noche y en diferentes lugares del municipio.

Las muñecas siguen siendo un objeto de colección popular y un juguete común, siendo un objeto fascinante, capaz de despertar tanto cariño como miedo en nuestras vidas.

El Miedo a las Muñecas: ¿Por Qué Nos Asustan Tanto?

A simple vista, las muñecas son juguetes infantiles inofensivos. Sin embargo, para muchas personas, estas figuras inanimadas pueden generar un profundo sentimiento de incomodidad o incluso terror. Este fenómeno, conocido pediofobia, proviene del griego "paidion" (niño) y "phobos" (miedo o fobia). Las personas que padecen pediofobia sienten pánico ante las muñecas, especialmente aquellas que tienen rasgos realistas. Este temor no se limita solo a las muñecas, sino que también abarca a maniquíes y cualquier figura que se asemeje a ellas o que presente características similares.

Un miedo irracional  que afecta a más personas de lo que parece y está muy arraigado en nuestra psicología. ¿Qué hace que las muñecas, que deberían representar lo seguro y familiar, resulten tan inquietantes?

Podríamos asociar este comportamiento a otro fenómeno, conocido como automatonofobia o el miedo irracional a objetos humanoides (aquí se incluyen no solo muñecas, sino además títeres, muñecos de ventrílocuo,  maniquíes, estatuas de cera e incluso robots con aspecto humano).

Saludando a los conductores y vecinos en plena carretera

Estos miedos irracionales y que generan cuanto menos incomodidad, salían a la palestra hace pocas noches en esta localidad palentina, cuando un vecino encontró mientras conducía en plena calle y de noche una de estas muñecas saludando con una mano arriba.

Desconociendo si padecía esa “pediofobia” lo que sí podemos constatar es que le llamó poderosamente la atención. Tanto como para parar el vehículo y sin salir del mismo, fotografiar la escena para probar lo que acababa de encontrarse.

Posteriormente decidió compartirlo en redes sociales, provocando inmediatamente todo tipo de comentarios al respecto.

La teoría del "valle inquietante"

Uno de los principales argumentos que explican este temor proviene de la teoría del valle inquietante (uncanny valley), formulada por el científico japonés Masahiro Mori en 1970. Según esta teoría, los objetos que imitan la forma humana, como las muñecas, generan rechazo cuando son demasiado parecidos, pero no lo suficiente como para parecer completamente reales. Las muñecas que se acercan a la apariencia humana, pero no la alcanzan del todo, crean una sensación de inquietud al desdibujar los límites entre lo animado y lo inanimado, lo real y lo falso.

Este efecto se magnifica en muñecas que presentan ojos muy grandes o una piel inmaculada, ya que nos recuerdan vagamente a un ser humano, pero algo en ellas nos dice que "no está bien". Esas pequeñas imperfecciones, como la rigidez de su expresión o la falta de movimiento, provocan que nuestro cerebro las perciba como potencialmente "amenazantes" o "perturbadoras".

Las muñecas en el cine y la cultura popular

El cine y la literatura han desempeñado un papel crucial en alimentar este miedo. Películas icónicas como Chucky, Annabelle, o Dolls han convertido a las muñecas en símbolos de terror. Estos filmes exploran la idea de muñecas poseídas por entidades malignas o con una voluntad propia que va en contra de su apariencia inofensiva.

Esta narrativa, repetida a lo largo del tiempo, ha influido en cómo percibimos las muñecas. Incluso si una muñeca está sentada tranquilamente en una habitación, la imagen puede evocar recuerdos de estas películas, asociándola con el miedo y lo sobrenatural. De repente, algo tan sencillo como su mirada vacía puede convertirse en una fuente de ansiedad.

La relación con lo infantil y lo desconocido

Otra razón por la que las muñecas pueden asustarnos es su conexión con la infancia. Las muñecas son juguetes que acompañan a los niños, representando momentos de inocencia y vulnerabilidad. Cuando esa relación se rompe, como en el caso de muñecas que cobran vida o se vuelven maliciosas, afecta una parte muy profunda de nuestra psique. Este contraste entre lo infantil y lo aterrador provoca un impacto emocional fuerte, ya que estamos programados para asociar lo infantil con seguridad y protección.

Por otro lado, las muñecas, al estar vinculadas al mundo infantil, pueden representar lo desconocido y lo impredecible. En muchas culturas, las muñecas han sido usadas como amuletos, objetos rituales o incluso vehículos para espíritus, lo que les añade una dimensión esotérica y mística que refuerza el miedo hacia ellas.

Las muñecas en el mundo real: experiencias personales

Aparte del cine, las experiencias personales también juegan un papel importante. Muchas personas han reportado haber sentido una sensación de inquietud al estar solas en una habitación con una muñeca. La percepción de que "te están mirando", aunque no sea real, puede ser suficiente para que te invada el miedo. En algunos casos, se han documentado muñecas abandonadas en lugares inesperados, como sillas en plena calle o en casas deshabitadas, lo que potencia el impacto visual y emocional de encontrar estos objetos en un contexto que no les corresponde.

Desde el miedo a la broma

Una vez publicada, esta fotografía del inesperado encuentro no han tardado en llegar comentarios de todo tipo por parte de los usuarios de la red social. Hay quien se lo toma en tono jocoso asegurando que “Es una de las muñecas de Famosa que se dirige al portal”, pero también los hay que admiten que el encuentro les da “yuyu” o "mal rollo".