El Obispo de Palencia cruza el mundo para abrazar a sus misioneros: "La iglesia que no anuncia, muere"
Mons. D. Mikel Garciandía nos cuenta su visita a Perú y Bolivia conociendo el legado de su predecesor, Nicolás Castellanos

Entrevista a Mons. D Mikel Garciandía
Palencia - Publicado el - Actualizado
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Desde el pasado 10 de marzo, el obispo de Palencia, Mikel Garciandía, ha emprendido un viaje a Perú y Bolivia con el objetivo de conocer de primera mano la labor de los misioneros palentinos en estos países.
La diócesis de Palencia es una de las que más misioneros ha enviado en España, con 370 actualmente en activo, aunque en su momento llegó a superar el millar repartidos por todo el mundo.
Garciandía ha señalado que esta iniciativa surgió de las propias peticiones de los misioneros. “Cuando les preguntaba qué podía hacer por ellos, la respuesta siempre era la misma: ‘Ven a visitarnos’”, explicó el obispo en una entrevista concedida a la linterna de la iglesia en COPE desde la ciudad de Lima.
Un viaje en dos etapas: Perú y Bolivia
La primera parte de su viaje se desarrolla en Perú, un país con grandes contrastes, desde la capital hasta zonas remotas como Paita, en la costa, o Iquitos, en plena Amazonía. Durante su estancia, el obispo ha conocido la labor de sacerdotes como Domingo García Hospital en Paita y Ángel Benito en Iquitos, quienes llevan décadas trabajando en comunidades vulnerables.
En Paita, Garciandía ha podido comprobar los desafíos que enfrentan los habitantes, especialmente tras un año difícil para la pesca, principal fuente de ingresos en la zona. “Domingo está prácticamente fundando nuevos asentamientos con las comunidades que llegan del interior del país a la costa en busca de oportunidades”, relató el obispo.
Por su parte, en la Amazonía, en Iquitos, el padre Ángel Benito acompaña a comunidades que habitan en las riberas de los ríos. A pesar del entorno paradisíaco, las condiciones de vida son extremadamente precarias, con dificultades para acceder a servicios básicos como la sanidad. Esto ha impulsado a muchas familias a trasladarse a la ciudad en busca de mejores oportunidades.

Obispo de Palencia en Iquitos
Un proyecto solidario: gafas para los niños de Iquitos
Además de visitar a los misioneros, el obispo ha llevado consigo un proyecto solidario destinado a los niños de Iquitos. Gracias a la colaboración de voluntarios en la localidad palentina de Saldaña, optometristas realizaron mediciones a 300 niños, para quienes se preparó un envío de gafas adaptadas a sus necesidades. “Mi maleta principal iba cargada con esas 300 gafas”, comentó Garciandía, destacando la importancia de este pequeño gesto para mejorar la calidad de vida de estos niños.
“Los misioneros son personas que un día cogieron el Evangelio como único equipaje y no necesitan nada más”
Obispo de Palencia
El espíritu incansable de los misioneros
Durante la entrevista, Garciandía resaltó la actitud de los misioneros palentinos, quienes, a pesar de vivir en condiciones difíciles, siempre mantienen la sonrisa y la motivación. “Son personas que un día cogieron el Evangelio como único equipaje y no necesitan nada más”, expresó. Además, destacó que la generosidad de las comunidades cristianas locales es clave para sostener la labor misionera.
Uno de los aspectos que más le ha conmovido es la intensidad con la que las comunidades viven la fe. “Celebras una Eucaristía y luego tienes que bendecir a cada persona una a una, porque esperan una palabra de consuelo”, relató. En su opinión, en Europa se debe recuperar la esencia comunitaria del cristianismo, alejándose de la idea de una simple institución.
El legado de Nicolás Castellanos en Bolivia
Tras su paso por Perú, Garciandía continuará su viaje en Bolivia, donde visitará el proyecto “Hombres Nuevos”, fundado por el fallecido obispo emérito de Palencia, Nicolás Castellanos. En Santa Cruz de la Sierra, el obispo palentino está teniendo la oportunidad de conocer de cerca el impacto de la obra de Castellanos, que ha transformado la vida de muchas comunidades empobrecidas.
En su agenda también está previsto un encuentro con el arzobispo y los obispos auxiliares de Santa Cruz, además de una visita a la parroquia de Jesús Bravo, cercana al proyecto “Hombres Nuevos”. “Quiero conocer de primera mano todo lo que dejó Nicolás, su inmenso legado”, afirmó Garciandía.
La preocupación por las vocaciones y el futuro de la Iglesia
Uno de los temas clave que abordó el obispo en su entrevista fue la escasez de vocaciones. Si bien la mayoría de los misioneros palentinos son religiosos, también hay sacerdotes diocesanos que han respondido a la llamada misionera. Sin embargo, la falta de nuevas vocaciones es una realidad preocupante.
Para Garciandía, la clave para fomentar las vocaciones está en la generosidad de las comunidades cristianas. “Solo donde los bautizados ponen en juego su vida surgen vocaciones”, afirmó. En su opinión, el problema surge cuando la fe se vive de manera calculada y sin compromiso. “El bien que nos hacen nuestros misioneros en el exterior también revierte en nuestra comunidad cristiana. No lo veo como una pérdida, sino como una forma de vivir la comunión universal”, añadió.
Un viaje que marcará su labor en Palencia
Monseñor Garciandía reconoce que esta experiencia transformará su visión pastoral en Palencia. Lo que más le ha impresionado es la vivencia del Evangelio en comunidades que, a pesar de su precariedad, tienen una fe vibrante y llena de esperanza. “Iglesias llenas de niños, adolescentes y jóvenes… Nos están dando una lección”, señaló.
A pesar de su precariedad, tienen una fe vibrante y llena de esperanza. Iglesias llenas de niños, adolescentes y jóvenes… Nos están dando una lección
Obispo de Palencia
Para él, Europa no puede resignarse a ser una Iglesia envejecida y sin vocaciones. “Nuestros jóvenes deben conocer y vivir esta realidad, porque el cristianismo no es una cuestión geográfica”, enfatizó.
Nuevos proyectos de evangelización y peregrinaciones
Además de su labor en la diócesis de Palencia, Garciandía es responsable de la religiosidad popular y peregrinaciones en la Conferencia Episcopal Española. En este ámbito, destacó la importancia de impulsar nuevas formas de evangelización, especialmente entre los jóvenes.
Uno de los proyectos en los que está trabajando es una red de rutas de peregrinación a nivel europeo, enfocada en la juventud. La idea es conectar santuarios y puntos de referencia de la fe en un recorrido que culminará en Roma en 2025, continuará en Santiago de Compostela en 2027 y tendrá como última meta Jerusalén en 2033.
“Queremos que sean los propios jóvenes quienes evangelicen a otros jóvenes”, explicó Garciandía, confiando en que esta iniciativa ayude a revitalizar la fe en las nuevas generaciones.
Un año y medio en Palencia: balance y retos futuros
En cuanto a sus primeros 500 días como obispo de Palencia, Garciandía destacó el buen trabajo pastoral que ya se estaba llevando a cabo en la diócesis cuando llegó. Su prioridad ha sido conocer la realidad local antes de plantear nuevas estrategias. Sin embargo, tiene claro que el futuro de la Iglesia debe basarse en la comunidad y en la misión.
“La Iglesia no puede ser solo una institución de uso y consumo. Nuestra identidad más profunda es la misión”, concluyó.
Con este viaje, Garciandía no solo ha reafirmado su compromiso con los misioneros palentinos, sino que también regresa con una visión renovada para afrontar los desafíos de la evangelización en su propia diócesis.