Bartolomé I, Arzobispo de Constantinopla y patriarca ecuménico ya es Honoris Causa por la UPSA
La Universidad Pontificia pone en valor su contribución al ecumenismo y la defensa de la paz, así como la atención a los pobres y migrantes
Salamanca - Publicado el - Actualizado
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La Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) ha nombrado esta mañana doctor honoris causa en Teología a su Santidad el patriarca ecuménico de la Iglesia ortodoxa y arzobispo de Constantinopla Bartolomé I. La ceremonia de investidura, presidida por el Gran Canciller y obispo de Ciudad Rodrigo y Salamanca, Mons. José Luis Retana, ha estado marcada por el compromiso del diálogo ecuménico de las iglesias cristianas y ha contado con la intervención del Rector de la Universidad, Santiago García-Jalón, y la lectura de la Laudatio por parte del padrino y profesor Fernando Rodríguez Garrapucho.
Discurso de Gracias de S.S. Bartolomé I
Su Santidad el patriarca ecuménico de la Iglesia ortodoxa y arzobispo de Constantinopla, Bartolomé I, ha destacado en su Discurso de Gracias que “si bien nos sentimos honrados por este conmovedor reconocimiento de nuestro modesto servicio para promover las relaciones y conversaciones entre Iglesias cristianas y Comunidades interreligiosas, nos gustaría llamar su atención sobre la visión esencial y misión excepcional de la Iglesia de Constantinopla, a la que hemos tenido la suerte de servir durante más de treinta años como pastor espiritual. (…) Nuestra Iglesia ha promovido proféticamente la causa de la unidad ecuménica entre confesiones cristianas distanciadas y otras comunidades religiosas, tanto a través del vibrante movimiento ecuménico desde principios hasta mediados del siglo XX, como también a través del vital diálogo interreligioso realizado durante la última parte del siglo XX”.
Sus palabras, en esta línea, han destacado la importancia del servicio ecuménico: “Saludamos el generoso honor de este doctorado honoris causa en nombre de la institución del Patriarcado Ecuménico. Porque el servicio ecuménico es nada menos que el ADN mismo del Patriarcado Ecuménico. A pesar de las críticas persistentes y equivocadas, la Iglesia de Constantinopla nunca ha percibido su ministerio o misión como una forma mundana o un modelo secular de expansionismo. Más bien, entiende su propósito y aspiración como la aceptación universal y el avance de la dignidad humana y la justicia social en cada persona, creada a imagen de Dios y en cada rincón del mundo de Dios”.
Por otra parte, su Santidad ha hecho referencia a la situación actual, especialmente en Ucrania y en Oriente Medio. “En un mundo destrozado por contrastes y conflictos, el intercambio de un diálogo pacífico y constructivo constituye la única manera de lograr la reconciliación y la unidad (…). Porque la verdad no teme al diálogo; al contrario, la verdad siempre invita y persigue el diálogo (…). Todos hemos visto las trágicas consecuencias de un mundo que rechaza el diálogo y refuerza la división. En los últimos meses hemos observado la destrucción de vidas humanas y la devastación del medio ambiente natural en la invasión injustificada de Rusia, y no provocada, al territorio soberano de Ucrania. Y ahora, ante nuestros propios ojos, vemos la devastadora pérdida de innumerables vidas inocentes, junto con la pérdida destructiva de estructuras e infraestructuras en Oriente Medio, donde ha estallado nuevamente un conflicto perpetuo, porque como seres humanos no estamos dispuestos a colaborar y ceder por el bien de nuestros hermanos y hermanas, así como por la protección de la creación sagrada de Dios. En el pasado, junto con nuestro querido hermano, el Papa Francisco, nos esforzamos por reunir y dialogar con los líderes de Israel y Palestina. Y hace solo unos días emitimos una firme declaración contra el uso de la violencia supuestamente para establecer la paz”.
Las palabras de su Santidad Bartolomé I han finalizado con un llamamiento a la paz y al diálogo “este espíritu de diálogo sincero y amoroso es el que la Iglesia de Constantinopla ha puesto en práctica en sus relaciones entre los cristianos divididos, proclamándolo al mismo tiempo a todos los creyentes y personas de buena voluntad, dondequiera que se encuentren. Sabemos por amarga experiencia que la religión puede fácilmente ser utilizada indebidamente como bandera de fanatismo y conflicto. Sin embargo, también estamos convencidos de que la “paz que sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4, 7), así como el “amor que todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta” (1 Corintios 13, 7) finalmente prevalecerán, si nuestra fe en Dios nos llena también de fe unos en otros”.
Gratulatoria
El Rector, Santiago García-Jalón, ha señalado en la Gratulatoria que “este es un día memorable. La Universidad pretende distinguir a una personalidad señera, pero, al mismo tiempo, confiriendo un doctorado de este género, la Universidad queda honrada al incorporar a su cuerpo de doctores a quien por la excelencia de sus méritos destaca sobre el común. Y así, el honor mencionado en el título atañe tanto a quien se quiere honrar otorgándole la dignidad de doctor cuanto a la Universidad que lo concede y queda de este modo enriquecida”.
En esta línea, ha concretado que “al aceptar nuestro homenaje, su Santidad Bartolomé I escribe una página inolvidable en la historia de nuestra Universidad”.
En su Gratulatoria, García-Jalón ha destacado que “la Universidad quiere también honrar y expresar su cordial afecto y su admiración hacia una venerable y dignísima Iglesia hermana nuestra, que atesora insondables riquezas de la perenne tradición del cristianismo y regenera la teología y la vida de la Iglesia romana con aguas siempre vivas”.
En sus palabras, el Rector de la Universidad ha deseado a su Santidad que “quiera Dios, y ese es también nuestro deseo, que vuestra visita a la Universidad Pontificia de Salamanca, Universidad de la Conferencia Episcopal Española, os sea ocasión de reposo y que, a cambio de la luz que habéis difundido en vuestro viaje, ex oriente lux, encontréis hoy entre nosotros unas horas de descanso que os sean como el amable sosiego del atardecer”.
El Claustro Universitario de la UPSA decidió conceder el doctorado 'honoris causa' al homenajeado el día 24 de octubre de 2022, a propuesta de la Facultad de Teología y del Centro de Estudios Orientales y Ecuménicos Juan XXIII.