La vuelta al trabajo, más dura

Aunque no está catalogado como una enfermedad o una patología, el síndrome post vacacional, se refiere a la ansiedad que genera la vuelta a un entorno laboral poco favorable tras un periodo vacacional.

Sus síntomas, que afectan a un tercio de la población, se manifiestan por espacio de dos a tres semanas. Los más habituales son la fatiga, la apatía, la falta de energía, disminución de la productividad, los cambios de humor o un bajo estado de ánimo y la sensación de no poder adaptarse al entorno laboral.

Miguel Navarro experto en coach y portavoz de la plataforma Productividad Feroz, nos ofrece algunos consejos útiles para evitar estos síntomas:

No regresar de las vacaciones justo el día anterior a la vuelta al trabajo. Lo recomendable es volver del destino vacacional dos o tres días antes para ir prepararse mentalmente.

Adecuar un horario de sueño de forma progresiva. Al tener vacaciones las horas de sueño aumentan y varían ya que no es necesario madrugar. Por lo tanto, cuando se acerca el día de volver a la rutina laboral lo ideal es ir recuperando el horario que se tenía antes de los días de descanso.

Seguir una alimentación adecuada y equilibrada, así como realizar ejercicio moderado, también influye en nuestro estado de ánimo y en la capacidad para conciliar el sueño por la noche.

Organizar las labores que tendrás que llevar a cabo en el trabajo cuando regreses. Asimismo, una buena alimentación eleva tu energía y productividad.