Un turista va a Segovia y lo que más le llama la atención no es el Acueducto: "Se lo escuché a un guía"

David alucinó con este detalle de la ciudad mientras la visitaba por primera vez alejándose de los principales lugares turísticos de la localidad

El joven en el vídeo

TikTok: @david.cuevaas

El joven en el vídeo

José Manuel Nieto

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3 min lectura

David, un joven viajero, decidió escaparse por primera vez a Segovia, una ciudad que ya es conocida mundialmente por su famoso Acueducto. Sin embargo, lo que más le impresionó de su visita no fueron las imponentes estructuras romanas, sino un pequeño detalle que pasó desapercibido para la mayoría de los turistas, algo que, como él mismo confesó, aprendió gracias a un guía durante un free tour.

En su relato, compartido en un vídeo de TikTok, David cuenta su experiencia de manera natural y amena, como si nos estuviera acompañando en su recorrido por las estrechas y pintorescas calles de Segovia. Desde su llegada temprano en la mañana, hasta el último vistazo al Acueducto de noche, el viajero se adentró en todos los rincones de la ciudad, buscando algo más allá de lo evidente.

Como todo turista que pisa una nueva ciudad, lo primero que hizo David fue desayunar. Se dirigió a un sitio local donde por 2,50 euros pudo disfrutar de un buen desayuno. A continuación, aprovechó la hora temprana para acercarse al Acueducto, el monumento más emblemático de Segovia, y admirarlo con algo menos de aglomeración de gente. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que la ciudad tiene mucho más que ofrecer que solo su famoso acueducto romano.

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Fue entonces cuando David decidió apartarse de las principales rutas turísticas y perderse por las callejuelas de la ciudad. En uno de estos paseos, se encontró con un guía de un free tour que compartió un curioso detalle sobre las tejas de las casas segovianas: "fijarse en las tejas al revés, ya que de esta forma el agua baja mejor". Esta pequeña observación le pareció fascinante a David, quien nunca se había detenido a pensar en ese tipo de detalles arquitectónicos. Un toque que, aunque no sea una de las grandes maravillas, le hizo descubrir una nueva capa de la ciudad y apreciar aún más su historia.

Un turista va a Segovia

Siguiendo con su recorrido, David se acercó a la majestuosa Catedral de Segovia, que no solo le cautivó por su impresionante fachada, sino por su interior. Asegura que la entrada es económica y que merece la pena visitarla, no solo por su arquitectura, sino por el ambiente único que se respira en su interior.

Una de las partes más agradables de su día fue disfrutar de las tapas típicas de Segovia, una tradición que David adora. "Me encanta esto de que te pidas una bebida y te pongan una buena tapa", comentó, mientras recorría los bares locales. Un pequeño lujo que es una de las joyas escondidas de la ciudad.

Por supuesto, como buen amante de la gastronomía, David no dejó pasar la oportunidad de degustar el plato más emblemático de la región: el cochinillo. Se dirigió a un asador para probar un menú segoviano que incluía alubias, cochinillo y poncho segoviano. "No veas qué contenta se ha quedado la tripa", bromeó David, resaltando lo bien que le sentó la comida.

Comercio local de Segovia

Comercio local de Segovia

Tras llenar el estómago, David decidió continuar su aventura y acercarse al Alcázar de Segovia, el castillo que, según la leyenda, inspiró a los creadores del castillo de Disney. Aunque, más allá de las historias y la grandiosidad de su interior, lo que realmente le impresionó fue el contraste de su vista desde el exterior, con la puesta de sol al fondo.

No es el Acueducto

Un paseo por la ciudad le llevó a descubrir una "senda secreta" que, aunque al principio parecía un poco "turbia", resultó ser un recorrido tranquilo con vistas privilegiadas al Alcázar. Como buen explorador, David siguió dando vueltas por las calles, encontrándose con la famosa Casa de los Picos, un edificio peculiar que se caracteriza por sus picos en la fachada.

Finalmente, como era de esperar, David cerró su visita con un último vistazo al Acueducto, esta vez de noche. "Una pena, pero por aquí acabó mi día en Segovia", comentó al despedirse de sus seguidores. Aunque su día estuvo lleno de experiencias únicas, fue ese pequeño detalle aprendido de un guía lo que se quedó en su memoria: la importancia de las tejas al revés, algo tan simple pero tan representativo de la arquitectura local.

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