El compromiso de una educación integral

La mayoría de nosotros hemos vivido con la sensación de ser unas generaciones europeas que veían como su crecimiento económico y bienestar social no tenían límites. Pero de repente, hace algo más de dos años, Europa se rindió ante la cruda realidad de un virus fue capaz de paralizar el continente y el mundo; nos hizo darnos cuenta de las limitaciones del ser humano. Sin aún reponernos del gran impacto económico y social de la pandemia, volvemos a caer ante las grandes debilidades del hombre: el poder por el poder. Rusia, hace algo más de 24 horas, ha comenzado los bombardeos contra Ucrania; estamos ante un nuevo conflicto bélico en el mundo.

Mafalda decía: «que se pare el mundo, que yo me bajo». Sin embargo, como ciudadanos de él, tenemos la obligación de luchar por nuestros valores, no olvidar nuestra historia y plantearnos qué educación estamos dando a nuestros hijos. Apostar por una educación que promocione todas las dimensiones del ser humano, incluida la espiritual, y nunca renunciar a nuestra historia, generará jóvenes con un espíritu crítico que son los que necesita el mundo.

De educación integral, de la educación que promueve la Iglesia, hablamos con Marisa Lázaro, delegada de enseñanza de la diócesis, que recientemente ha acudido al encuentro de delegados de enseñanza en Santiago de Compostela. En estas jornadas, nos dice, se ha debatido sobre la nueva ley de educación, la experiencia de los colegios diocesanos y la nueva campaña para que los padres apunten a sus hijos a la clase de religión. Además, casi coincidiendo en fechas, se ha celebrado en Burgos el congreso de profesores de religión de Castilla y León. Marisa también comparte con los oyentes lo allí tratado, entre lo que destacan las propuestas de incorporar el cine en las aulas y aprovechar el Camino de Santiago como recursos formativos en los alumnos. Un invitado de lujo, nos cuenta, fue Fano, el famoso dibujante de temática religiosa. Seguro que los oyentes a los que no les suena su nombre, sí son capaces de reconocer sus personajes y su característico estilo de evangelizar.

Último viernes de mes. En la sección «Hoy conocemos a…» acercamos a los micrófonos de COPE a un laico comprometido con la Iglesia en una labor continuada de muchos años, especialmente vinculada a su parroquia de El Salvador, de la capital: Miguel Ángel Ramos. Miguel Ángel es funcionario jubilado, estudioso y hombre de fe. Ha dado 30 años de su vida a la labor de la catequesis, pertenece al Movimiento Familiar Cristiano y tiene una verdadera afición y vocación por la liturgia y la pureza del mensaje cristiano. Hasta tal punto de que es capaz de leer los Evangelios en griego (lo hace a diario) y rezar el Padre Nuestro en arameo. ¡Y está empezando a estudiar hebreo! Además de todo esto, Miguel Ángel comparte en voz baja otros detalles de su vida privada y familiar.

El Espejo acaba su tiempo hoy con otro cuento de Manos Unidas. En esta ocasión, titulado “ Nos olvidamos de los importes” .