Álvaro Marín: «Mi primera tarea será aprender a ser cura»

Ya estamos a mediados de junio y poco a poco vamos teniendo buenas noticias con el avance de la vacunación y el retroceso de la pandemia. Buenas noticias también está trayendo el mes para nuestra Iglesia segoviana. Hace dos semanas se ordenaba sacerdote el claretiano Jorge Ruiz Aragoneses, el domingo 20 lo ha hecho Álvaro Marín Molinera, a quien entrevistamos en esta edición de Iglesia Noticia y el próximo sábado 26 será el turno de otro joven segoviano, el jesuita Daniel Cuesta Gómez. En medio de una realidad difícil por la escasez de vocaciones al sacerdocio, este final de primavera ha traído tres que han logrado madurar y que están llamadas a dar mucho fruto. Estemos contentos: Dios sigue llamando y la barca de Pedro continúa su camino en medio del mundo.

Hoy nuestro programa sigue, en muchos sentidos, las palabras de San Pablo a los corintios: «Por tanto, si alguno está en Cristo, es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo». Tras escuchar el saludo de Laura García, la directora de este programa que ha sido madre recientemente, entrevistamos a Álvaro Marín unas horas antes de recibir las órdenes sagradas de mano del obispo en la Catedral. Álvaro hace suyas las palabras del apóstol. De tal forma supone para él una radical novedad su consagración al Señor que, nos asegura, el sacerdocio lo entiende como una expropiación de sí mismo. Los días previos a la ordenación los está viviendo con mucha emoción ante la realidad cada vez más cercana de poder celebrar la Eucaristía, la cual nos describe muy gráficamente con la imagen de hacer presente, de «traer al mundo» a Jesucristo, algo inmenso y que escapa a la comprensión humana.

Además, el que va a ser nuevo pastor nos revela sus planes para la próxima semana, su primera como sacerdote: quiere sosegarse y «aprender a ser cura» como tarea principal. Su primera misa pública la oficiará en la iglesia de Santa Teresa de la ciudad (su parroquia desde niño) el sábado 26 de junio.

Álvaro también es consciente de la responsabilidad que asume con este paso. Nos dice que aunque la realidad de la Iglesia es difícil en el medio y largo plazo por la secularización y escasez de vocaciones, hay que mirar al futuro con esperanza. Viviremos una época de cambios de la que seremos protagonistas. Y también lo serán los jóvenes. Álvaro tiene experiencia en este campo; además de por su propia juventud, está trabajando sobre el terreno en la zona de Cuéllar con grupos de jóvenes a los que prepara en las catequesis que ha estado impartiendo como diácono. A partir de ahora, esta y las otras labores que se le encomienden las realizará investido como sacerdote.

Mucha suerte y mucha confianza en el Señor, Álvaro. La Iglesia de Segovia está contigo y te seguirá acompañando como hasta ahora lo ha hecho.