Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este domingo tratamos en nuestro programa el tema del próximo sínodo de obispos que se va a celebrar en la Iglesia católica en el año 2023 pero que el Papa Francisco ha querido que comience con una fase diocesana. Así que todas las diócesis del mundo deberán abordar el tema de la sinodalidad, que es el elegido por el Papa para esta ocasión. Los dos anteriores fueron dedicados a los jóvenes y a la Amazonia.
Nos tendremos que acostumbrar a esta palabra —sinodalidad— que va a sonar mucho durante los próximos años. Como el mismo Papa Francisco no se cansa de decir, no es su proyecto favorito ni una moda, sino la forma y el estilo de la Iglesia primitiva. Este concepto deriva de la palabra griega «sínodo», que indica el camino que recorren juntos los miembros del Pueblo de Dios.
La sinodalidad exige de todos: pastores, consagrados y laicos, una conversión, es decir, un cambio de mentalidad y de modos de obrar. Unos deberán superar el clericalismo, más propio de épocas pasadas; otros, deberán abrir sus carismas a una verdadera comunión eclesial; y los laicos, tendrán la oportunidad de demostrar su pertenencia a una Iglesia que sienten como propia y con la que se comprometen. Y todo esto vivido en un clima de respeto, escucha y diálogo, que permita hacer de la sinodalidad el «estilo» de la Iglesia en este tercer milenio.
Para hablar de este tema nos ha acompañado el vicario general de Segovia, Ángel Galindo, que es el coordinador de los trabajos sinodales en nuestra diócesis. Nos explica que es un sínodo, y que lo diferencia de un Concilio. Nos describe en que consistirá este proceso sinodal diferente de otros anteriores, por esta fase diocesana, finalmente nos cuenta que actividades se están preparando para llevar a cabo estos trabajos de preparación del sínodo.