El obispo de Segovia, ante su renuncia: "La vida sigue normal"

El nuncio del Papa en España ya tiene la carta de renuncia del obispo de Segovia. Monseñor César Franco ha enviado la misiva, al cumplir 75 años este 16 de diciembre, y según lo estipulado por el Código de Derecho Canónico. De hecho, ha leído el canon 401. Don César ha evidenciado una vez más su carácter, recalcando que ha dado este paso “con tranquilidad y sin problema alguno” y que, a partir de ahora, todo sigue normalmente en la diócesis.

Y, ¿qué va a pasar? Pues la decisión está en Roma. Y en torno al Santo Padre. En concreto, al Dicasterio de los Obispos, que estudiará las características y particularidades de la diócesis segoviana, para decidir el relevo no solo en la persona que se considere más oportuna, sino también en el momento que se estime más adecuado. Por tanto, monseñor César Franco continúa, a todos los efectos, como obispo de Segovia. Y no se sabe si será durante unas semanas, unos meses, unos años...

En 2019, casi renuncia

Una vez que el Papa designe un nuevo obispo, don César pasará a ser administrador apostólico, hasta que su sucesor tome posesión como obispo de la diócesis. En ese momento, monseñor Franco pasará a ser obispo emérito. Y su idea es la de regresar a Madrid para vivir. El prelado ha confesado que en 2019, la dolencia gástrica que motivó su intervención quirúrgica y que se mantuviera varios meses alejado de sus labores, le hizo pensar en presentar su renuncia al Santo Padre.

Poemario de premio

Por otro lado, El poemario «Visiones», del que es autor el obispo de Segovia, monseñor César Franco, ha obtenido el cuadragésimo tercer Premio Mundial 'Fernando Rielo' de Poesía Mística, con una dotación de 7.000 euros, la edición de la obra y una medalla conmemorativa. La obra ha sido seleccionada de entre 268 poemarios procedentes de 22 países. Un regalo de cumpleaños anticipado.

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Monseñor César Franco, obispo de Segovia, sobre su poemario Visiones

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Panorama nacional

En otro orden de cosas, se ha mostrado preocupado por el panorama nacional y ha apelado a la ética y moral social y política, como ya ha hecho en algunos documentos la Conferencia Episcopal. Así, sobre las aspiraciones secesionistas, ha indicado que la unilateralidad está reñida con la moral, recalcando que todos deberían decidir sobre el futuro global y no solo una parte. Así, ha argumentado que los obispos tienen la "obligación moral" de elevar su voz "si se pone en riesgo la paz social". No es simplemente "meterse en política".

Igualmente, ha recordado "lo que ha costado" alcanzar la democracia en España, por lo que ha lamentado que se arriesgue, que se perciba que "la justicia puede estar amenazada", o que el pueblo crea que "se le toma por ignorante", o que se cree "un clima poco respirable". Es más, ha calificado como "lamentable" que en el Parlamento "no se guarden las formas".