Una fábrica de embutidos instalada en un palacio real segoviano
Centra el Tesoro Oculto elegido por el Archivo Histórico Provincial de Segovia
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Archivo Histórico Provincial de Segovia, dependiente de la Junta de Castilla y León, ha escogido para su exposición como ‘Tesoro oculto’ un inventario que recoge los distintos enseres encontrados en el Palacio de Riofrío en 1931. Este ‘tesoro’ se puede visitar hasta el próximo 10 de marzo, de lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 horas, y los lunes y martes también de 16.30 a 19.00 horas, en el patio del Archivo. El inventario lleva fecha de 31 de diciembre de 1931, cuando el delegado de Hacienda de Segovia tuvo que hacerse cargo de todos los bienes que habían pertenecido a la Corona hasta la fecha. Visitó los palacios de Riofrío y La Granja e inventarió todos los objetos que se encontraban en ellos.
Entre otros bienes, el documento describe una curiosa estancia que se encontraba en el propio Palacio: una fábrica de embutidos. Como reza el inventario: “una instalación de elaboración de los productos de porcino, sita en los anejos y Palacio”. También se indica que la maquinaria encontrada estaba en buen estado y que el material de la chacinería tenía un “término medio de 10 años”, todo valorado en 602.139 de las antiguas pesetas. Esta fábrica, al parecer, ocupó la llamada Casa de Oficios y parte de las caballerizas, dependencias unidas al Palacio por un pasillo volado a la altura de la 1ª planta.
Según el inventario, esta instalación para fabricar embutidos contaba con una amplia dotación de espacios y herramientas: talleres para embutir y de despiece; zona de picado; matadero vacuno y porcino; laboratorios de analíticas; salas de oreo de jamones y chorizos; almacenes, una bodega y una tienda para venta al público de los embutidos. En el documento se señala incluso la existencia de etiquetas de la marca empleada para estos productos de la chacinería del Rey.
El Palacio de Riofrío, al igual que La Granja, era utilizado por la Familia Real como residencia de verano. Pero el incendio que tuvo lugar en La Granja en 1919 hizo que las viviendas reales en Segovia cayeran en el olvido y la Monarquía comenzó a instalarse en lugares costeros durante el periodo estival, como Santander o San Sebastián. Fue el rey Alfonso XIII quien en 1920 le sacó partido al espacio de Riofrío y mandó instalar en él una fábrica de embutidos y un secadero de jamones.
La particular fábrica funcionó hasta 1930 y tras la proclamación de la II República, continuó siendo rentable, aunque paulatinamente cesó su actividad. Durante la Guerra Civil, el espacio de la fábrica fue usado por la Sección Femenina como residencia. La antigua chacinería está perfectamente documentada en el Archivo Histórico Provincial gracias a este inventario declarado ‘Tesoro oculto’ durante el mes de febrero. En la Sección de Hacienda del Archivo, se conservan los inventarios de los reales sitios en el momento en que fueron nacionalizados por el Gobierno republicano muchos sobre lugares ocupados por la Monarquía y que fueron nacionalizados tras la II República Española.