Una segoviana lamenta tener que dejar su patinete eléctrico en casa para desplazarse a la estación del Ave
El Ayuntamiento de la capital ha recordado la prohibición del uso de estos vehículos en aceras y calzadas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La polémica por los patinetes eléctricos nos deja casos como el de Sandra Gala, que nos ha contado hoy en COPE su historia.
Compró uno, que le costó 400 euros, para desplazarse a diario desde su domicilio hasta la estación de alta velocidad Segovia-Guiomar, para viajar a Madrid, donde trabaja. Ahora ha dejado de usarlo, después de que el Ayuntamiento de la capital haya recordado la prohibición de circular con patinetes eléctricos por las calzadas y aceras de la ciudad.
Solo se puede hacer por carril-bici, infraestructura que se limita a un tramo de la avenida Padre Claret. Sandra Gala ha explicado que se decidió por desplazarse así para evitar emisiones contaminante y también colapsos del tráfico, pero que ahora se enfrentaría a multas de hasta 500 euros. En su opinión, lo razonable sería que estos patinetes pudieran discurrir por las calzadas, como se permite a las bicicletas.
Sandra ha afirmado que nunca ha encontrado problema alguno en sus desplazamientos a la estación y que tampoco los ha ocasionado ni a peatones ni a la circulación. Asume que se debe regular el uso de los nuevos artefactos, pero muestra su desacuerdo con que se prohíba su utilización y más aún si aporta “puntos positivos a la comunidad”.
Como ha explicado su recorrido habitual partía cerca de la estación de autobuses y trascurría por una zona del polígono industrial de El Cerro, antes de incorporarse a la carretera de San Rafael. Según ha comentado, al cruzarse con algún peatón frenaba el patinete, hasta llegar a apearse si era necesario.
Recientemente, el Consistorio comunicaba que los agentes de la Policía Local denunciarán e inmovilizarán estos artefactos y recordaba que su uso está prohibido por aceras y calzadas de la ciudad. En un comunicado, fuentes municipales recalcaban que el reglamento vigente en materia de tráfico y seguridad vial, así como la ordenanza municipal de circulación, establecen que estos vehículos “no pueden circular por las vías urbanas o interurbanas, ya sean aceras, vías peatonales o calzadas”.