Los 'buscatesoros' de Pintia, ladrones de Historia en la Necrópolis de Valladolid

Viajamos hasta Padilla de Duero donde se localiza la zona arqueológica de Pintia que da cobijo a la necrópolis de Las Ruedas. Los expertos que trabajan a pie de terreno sospechan que en la zona se está removiendo la zona por 'buscatesoros'. Así lo ha explicado en el Mediodía de COPE Valladolid el director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, de la Universidad de Valladolid, Carlos Sanz Mínguez, quien ha explicado que más allá del valor se está hurtando parte de nuestra historia.

“Nos esmeramos en conservarlo y difundirlo con metodología. Cuando estas gentes sacan esos objetos y le hurtan toda esa información están rompienso páginas de nuestra historia”, argumenta el arqueólogo Carlos Sanz Mínguez.

Mediante la utilización de un dron con cámara para observar desde perspectiva aérea se pudo comprobar que las remociones ilegales se habían realizado probablemente con ayuda de un detector de metales que luego pueden ser vendidos en el mercado negro o incluso ser subastados. “Esquilan en zonas donde saben que hay densidad importante de elementos metálicos, donde hay ajuares que acompañan a los muertos, de bronce, hierro, armas, objetos de adorno...Saben perfectamente dónde van”, explica.

Los hechos, según ha explicado Sanz Mínguez, están documentados y se han denunciado ante la Guardia Civil, y afectan a la necrópolis de Las Ruedas y al aledaño pago del cenizal de El Espino. Eso sí, se desconoce el botín que han podido obtener estas personas. Por el momento, no es posible evaluar el daño que estos veinte hoyos han podido infringir a la historia que atesora el yacimiento de Pintia. La denuncia ha sido presentada ante la Guardia Civil cuyos agentes ya han estado rastreando la zona.

Desde el propio Centro estudios Vacceos consideran inadecuado arar un cementerio, “y más en un terreno improductivo como el de Las Ruedas”. Las administraciones responsables, a juicio de el director, “deberían haber ejercido acciones cautelares que dificulten las de los clandestinos”. “Un cementerio es un lugar de memoria cuyo legado material y cultural es imprescindible preservar adecuadamente y más cuando se trata de un patrimonio estratégico, declarado desde 1993 Bien de Interés Cultural”, concluye.