Así es un taller de estimulación para personas con Alzheimer: "Yo soy feliz aquí"

Son las 10 de la mañana. Sentados en filas, en sillas dispuestas a un lado y otro de la sala dejando un pasillo entre medias, aguardan ya una veintena de hombres y mujeres a que de comienzo el "Taller de Orientación", como lo denominan en la Asociación de Familiares de Alzheimer de Valladolid.

Sobre las mesas, todo lo necesario para rellenar una ficha. Es la primera tarea de un día que comienza con el repaso de la actualidad informativa, a través de una pizarra interactiva dispuesta en una pared de la sala.

"Para nuestros usuarios estar conectados con la realidad es súper importante", cuenta Cristina, técnico de la Asociación. Pero la información no es la única herramienta que emplean para trabajar con sus usuarios, con el objetivo de que la pérdida de memoria "vaya más lenta".

Los beneficios de este tipo de talleres de estimulación, explica Cristina, no solo son evidentes en las capacidades cognitivas de las personas con Alzheimer. Sino también "en su autoestima" y "en su autonomía". "Se nota a nivel emocional y a nivel social", remata Cristina.

"Yo soy feliz aquí"

¿Y los pacientes notan esos beneficios? "Sí", afirma con rotundidad una usuaria que asegura tener "la mente activa" gracias a este y otro tipo de talleres con actividades que abarcan desde la lengua a las matemáticas pasando por las emociones.

Unas filas más atrás otra mujer, que confiesa escuchar "todas las mañanas" a Herrera en COPE, se afana en escribir la fecha de este Día Mundial del Alzheimer en la ficha que ha distribuido ya Cristina. A la Asociación de Familiares de Alzheimer de Valladolid acude "encantada". "Yo soy feliz aquí", sentencia.