Maite, paciente de cáncer: “He recibido nuevos fármacos”

En 2019, se diagnosticaron 3.692 nuevos casos de cáncer en Valladolid, lo que la convierte en la provincia con mayor número de nuevos casos en Castilla y León. La tasa de incidencia es de 734 casos por cada 100,000 habitantes, por encima de la media nacional. Entre ellos está Maite, es una vallisoletana diagnosticada de cáncer de mama en 2015 y que tras el tratamiento volvió a recaer en 2022. Nos ha contado en Herrera COPE que gracias a los fondos que recaudan para la investigación desde la Asociación Española Contra el Cáncer en nuestro país he recibido “nuevos fármacos” que en el 2015 no había. Han pasado dos años de ese nuevo tratamiento, cree que está bien y “agradecida” a los doctores y a los servicios que presenta la asociación.

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Maite, paciente de cáncer: “He recibido nuevos fármacos”

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Este jueves tienes la oportunidad de colaborar en alguna de las 50 mesas petitoricas que habrá repartidas por Valladolid. Allí podrás ver, pacientes, investigadores y voluntarios que te van a explicar que el objetivo de la investigación es superar el 70% de supervivencia. El dinero que hoy dones, permitirá seguir avanzando en tratamientos como el que recibe ahora Maite. Sabe que se prolongará en el tiempo, pero sus efectos secundarios son más llevaderos y “apoyada” por todos para poder hacer, sobre todo la importancia del ejercicio físico que está claro que tiene unos beneficios “muy importantes”.

La importancia de la cuestación para sufragar a los investigadores

El cáncer de mama es uno de los más frecuentes, junto con el de pulmón, colon o próstata. La investigación es lenta y requiere de fondos. Carolina y Alejandro son estudiantes predoctorales. Reciben un sueldo durante cuatro años para investigar, en el caso de Carolina, el sistema inmune y ver si hay diferencias a “nivel celular” que ayuden a mejorar el tratamiento de las personas que están en “estado avanzado” y buscar métodos “menos invasivos” en las detecciones.

Alejandro investiga para sustituir las colonoscopias por métodos menos invasivos como una muestra de sangre, también para predecir la evolución de un determinado cáncer y cómo funciona el tratamiento. Un trabajo lento, pero que acaba dando sus frutos porque puede tener un “gran impacto” que es lento, hay que estar “muy seguros de los pasos que damos”.

Lucía lleva un año para predecir el cáncer de mama que es más agresivo. Se apoya en la inteligencia artificial, pero necesita del apoyo de la AECC para seguir desarrollando su labor en el laboratorio.