Por qué el Oeste de Castilla y León quiere recuperar el tren Ruta de la Plata: "Lo era todo"
Piden la reapertura de los 341 kilómetros de vía entre Plasencia y Astorga para mercancías y pasajeros
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En los años 80 del siglo XX Mecano publicaba 'La Estación'. En esa misma década subían los últimos pasajeros del tren Ruta de la Plata, en el tramo entre Plasencia (Cáceres) y Astorga (León).
Cuatro décadas después el Oeste de Castilla y León reclama que se reabran estos 341 kilómetros de vía, tanto para mercancías como para pasajeros.
El tren, “vital” para el medio rural
Esta reapertura beneficiaría a las provincias de León, Salamanca y Zamora. Pero, ¿por qué distintas asociaciones consideran “vital” la reapertura del tren Ruta de la Plata?
En Herrera en COPE Castilla y León José Manuel Rodríguez, presidente de la Asociación Ferroviaria Zamorana, ha asegurado que ayudaría a resolver “un problema histórico”. ¿Cuál? “Que tenemos una red ferroviaria basada en un modelo radial”, expone. “Con comunicaciones”, prosigue, “con origen y destino en Madrid”.
“Eso produce”, añade Rodríguez, “que haya grandes áreas sin comunicación ninguna —por tren—, con la consiguiente pérdida de oportunidades, de desarrollo y de futuro”.
Su recuperación, sin variar el recorrido original —y esto es importante para la Asociación Ferroviaria Zamorana—, supondría recuperar también el objetivo para el que fue concebido el tren Ruta de la Plata hace dos siglos: “No tener que dirigirse hacia el centro de la Península para buscar el Sur, el Norte o los puertos”.
La falta de rentabilidad motivó que esta histórica línea férrea, que sigue el itinerario de una calzada romana, cerrara. El “perjuicio” que produjo este cierre sobre las provincias de León, Salamanca y Zamora es “indiscutible”, según Rodríguez. “Se tradujo en paro, cierre de industrias y de comercios”, lamenta.
Estaciones cerradas y abandonadas
COPE Castilla y León ha hecho parada en Manganeses de la Lampreana (Zamora). Por este pequeño municipio zamorano, de apenas 400 habitantes censados, no solo pasaba el tren de la Ruta de la Plata. También tenían estación.
Su alcalde, que no vivió el cierre, aún recuerda el malestar que produjo el cerrojazo de esta vía férrea. Ahora esa estación “está cerrada y abandonada”, reconoce Juan Carlos Bueno. Apenas se han llevado a cabo actuaciones, en colaboración con la Diputación de Zamora, para minimizar el riesgo de incendios. Y Manganeses ya no es el polo de atracción que era. Porque el tren, como la Guardia Civil, afirma Bueno, “lo era todo”.
En este pueblo, donde la población en los tiempos en que cerró el tren Ruta de la Plata superaba los 1.100 habitantes, han recibido con “ilusión” que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno de España esté trabajando en un estudio de viabilidad. Ellos ofrecen su estación, pero también terrenos aledaños que podrían devolver al mundo rural el pulso económico que en su día tuvo.
Tren Ruta de la Plata: ¿Viable y rentable?
La viabilidad o no de este tren en el siglo XXI, al menos, en términos de pasajeros, puede ser el talón de Aquiles para su recuperación. Por eso desde Manganeses de la Lampreana se agarran a las posibilidades que ofrecería para el tránsito de mercancías, con la vista puesta en el Corredor Atlántico del Noroeste.
Alcaldes y asociaciones de provincias como León y Salamanca también han trasladado su “escepticismo” en torno a ese estudio de viabilidad del que pende la reapertura del tren Ruta de la Plata. Escepticismo que comparte el presidente de la Asociación Ferroviaria Zamorana, José Manuel Rodríguez. “Porque no deja de ser un anuncio más”, asegura, “como tantos que se han hecho”.
PSOE y Sumar han plasmado por escrito su compromiso para hacer del tren “el transporte del siglo XXI”. En la España de interior se preguntan si ese compromiso incluirá la reapertura del tren Ruta de la Plata entre Plasencia y Astorga. Un tren para el que Europa “tiene fondos”, aseguran desde la Asociación Ferroviaria Zamorana. Un medio de transporte con toda la nostalgia del tren que fue, pero “con la seguridad del siglo XXI”.