Verónica Casado se rompe al recordar a los sanitarios fallecidos

“No, tengo que poder”. Con esas palabras y la voz rota, Verónica Casado, rechazaba parar su comparecencia ante el ofrecimiento de varios procuradores de que se tomase un momento y retomar después su exposición. Llevaba más de dos horas y media desgranando las actuaciones de su departamento desde que comenzó la crisis sanitaria. Pero fue al final, cuando quiso tener un recuerdo para sus compañeros de profesión- Casado es médico en Atención Primaria-, cuando le cambió el gesto. Y fue de repente. “Evidentemente, ni puedo ni quiero acabar mi comparecencia sin hacer una mención especial”, dijo, a Isabel Muñoz, médico de familia en el Centro de Salud Rural Fuente de San Esteban, a Antonio Gutiérrez, “perdón”, intentaba continuar la consejera, coordinador del Centro de Salud 72 Rural Eras de Renueva, a Luis Fernando Mateos, médico de familia del Centro de Salud Rural Linares de Riofrío, a Marisol Sacristan, celadora en el Hospital General de Segovia, “cuánto lo siento” y a Yolanda Hernando, auxiliar de clínica del Hospital Fuente Bermeja de Burgos. Tras ello, aplausos de reconocimiento de todos los procuradores de la sala. “Compañeros que han perdido la vida estas semanas”, lamentaba.

Emocionada, consiguió cerrar su intervención. “Van a darse momentos difíciles y complicados, existen dudas también sobre el propio comportamiento del virus, de si crea inmunidad, de si existirá una vacuna, de si volverá en Otoño...”, sí hay, decía la consejera “numerosos elementos para los que todavía no tenemos respuesta, pero sí algo ha demostrado el COVID durante estos dos meses, es que ante él todos estamos unidos y trabajamos juntos y vamos a ser capaces de vencerlo. Muchísimas gracias”, concluía.

Sin prisas

Verónica Casado siempre ha abogado por la “prudencia” a la hora de iniciar el desconfinamiento. “Un exceso de prisas en esta fase hace que podamos tener un repunte que sea fatídico para la economía y el sistema sanitario”, alertaba.

“Si tenemos un repunte ahora, el sistema sanitario no va a poder soportarlo”. Habrá una “segunda onda” y hay que estar preparados.