Barça Atlétic: Mientras hay liga hay esperanza

Desde septiembre la afición del Johan no veía dos victorias consecutivas en casa del Barça Atlétic. Hasta el segundo gol ante el Sestao, obra de Jan Virgili en el minuto 87, no respiró tranquila para poder marcharse a casa creyendo todavía que la permanencia es posible y sin necesidad de lanzar la calculadora a la primera papelera a mano.

Siete puntos de desventaja con la permanencia quedando seis jornadas en juego sería, en la mayoría de los casos, un preludio de un descenso. Los más pesimistas recordarían en este punto que incluso sumando seis puntos en los dos próximos encuentros el Barça Atlétic continuaría metido en el paquete de cinco equipos sentenciados a la pérdida de la categoría a falta de cuatro partidos. Pero viendo el calendario que queda por delante el caso del filial barcelonista hace que las opciones de quedarse en Primera RFEF sean un asunto de cara o cruz.

“Nos va la vida en cada partido y hay que seguir luchándolo” Aleix Garrido no podía ser más explícito en zona mixta después de la victoria ante el Sestao. La guerra continúa y al igual que el pasado domingo ante los sestaoarras la siguiente batalla en la liga lleva al Barça Atlétic al Stadium Gal, donde le espera el histórico Real Unión de Irún que es el equipo que marca, ahora con 40 puntos, la frontera de la salvación.

El escenario esta muy claro. Si se gana en Irún la distancia con la salvación se verá reducida en el peor de los casos un punto, dependiendo de lo que haga el Lugo en un partido comprometido en el Ángel Carro frente al filial de la Real Sociedad. Si se pierde habría que mirar los marcadores de Unionistas u Osasuna B pero la supervivencia del Barça Atlétic en la división de bronce se pondría bastante más cuesta arriba. En cualquier caso el duelo frente a los irundarras, igual que los inmediatamente posteriores en el calendario ante Amorebieta y el propio Lugo, ofrece un valor especial a los puntos en juego, ya que caen de un lado y dejan de caer del lado del competidor directo.

“Enseñarles nuestro escudo y hacer valer nuestro plan de partido.” Cuando menos, si hay que hacer caso de las palabras de Aleix Garrido, los jugadores de Sergi Milá tienen claro el camino a seguir para alcanzar una salvación que durante muchas jornadas ha estado sepultada bajo un desahucio más que virtual.