CURIOSIDADES

El curioso origen etimológico del término ‘abuchear’

Los términos abucheo/abuchear tienen una procedencia onomatopéyica y que nada tenía que ver en su origen con el mencionado acto de reprobación.

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El curioso origen etimológico del término ‘abuchear’

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Alfred López es divulgador científico y autor de la saga de libros de curiosidades "ya está el listo que todo lo sabe". Cada lunes nos explica, en La Linterna Catalunya, unas cuantas de ellas.

¿De dónde surge el término ‘gabinete’?

Se define como gabinete a la estancia (sala) habilitada para recibir a alguien y en donde se tratan asuntos de diversa consideración (normalmente importantes).

La etimología del término indica que proviene del francés medieval ‘cabinet’ (de igual significado) y éste a su vez era el diminutivo de ‘cabine’ que también doy origen a ‘cabina’ (habitáculo desde donde se realizan llamadas telefónicas, va el conductor de un camión o piloto de avión, etc).

El hecho de ser una sala en la que se reunían algunos mandatarios o fuerzas vivas de una población con el fin de encontrar soluciones a algún problema o conflicto (normalmente a puerta cerrada) es lo que le confirió al término gabinetes el estatus de lugar de cierta relevancia, dando origen a locuciones como ‘gabinete ministerial’, ‘gabinete de crisis’ o ‘gabinete de prensa’, por poner tres ejemplos, aunque estas reuniones se realicen en salas espaciosas y que nada tienen que ver con las pequeñas estancias originales.

El curioso origen etimológico del término ‘abuchear’

Conocemos como ‘abuchear’ a la acción de manifestar y reprobar de forma pública (normalmente en un auditorio o lugar público) la disconformidad hacia alguien o algo que no es de nuestro agrado (en una obra de teatro, concierto de música, a un político…). Ese abucheo suele ser en forma de silbidos, gritos, murmullos, siseos o cualquier onomatopeya.

Y es que curiosamente los términos abucheo/abuchear tienen una procedencia onomatopéyica y que nada tenía que ver en su origen con el mencionado acto de reprobación.

Para encontrar el origen etimológico debemos situarnos en los ambientes del mundo de la caza. Cuando un cazador estaba al acecho de una ave a la que quería dar caza emitía unos sonidos guturales (en forma de ‘uch, uch, uch’) conocidos como ‘huchear’ y que imitaban el canto de algunos pájaros.

Este ‘hucheo’ (que también servía para dar voces a los perros de caza en busca de sus presas) se convirtió en el vocablo abucheo, formado por el prefijo a- (utilizado para indicar proximidad o contigüidad y también como intensificador de un término/acto) y el mencionado ‘hucheo’ o ‘huchear’.

El murmullo generado al manifestar una reprobación hacia alguien o algo recordaba a la onomatopeya empleada por los cazadores, lo cual motivó que se denominara de ese modo al hecho de vociferar popular que muestra públicamente la desaprobación sobre una persona o acto.

¿De dónde surge el término ‘hostilidad’?

Se conoce como hostilidad al conflicto (ya sea armado o por enemistad) que pude producirse entre países, grupos, personas, pueblos…

El término procede del vocablo ‘hostil’ (contrario, enemigo) y éste llegó al castellano desde el latín ‘hostīlis’ formado por el sufijo –ilis y el vocablo ‘hostis’ el cual se utilizaba en la Antigua Roma para designar al ‘enemigo extranjero’.

Cuando un ejército declaraba la guerra a un país extranjero automáticamente se convertía en un hostis (también usado para señalar al enemigo público del pueblo e incluso de aquel que traicionaba a su propia nación).

Con el tiempo, los términos hostil u hostilidad pasaron a designar cualquier tipo de enemistad, desacuerdo o agresión ya fuese con un foráneo o compatriota.

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