"A mis alumnos de 6 años les han caído los dientes": la alegría de la profesora por ver sus caras

Noemí Santiago, reconoce que consiguió el trabajo como profesora en el colegio Maristas Lleida, gracias al uso obligatorio de la mascarilla. El centro reforzó su plantilla e incorporó nuevos docentes, como el caso de Noemí, profesora de segundo ciclo de Primaria, en plena pandemia para atender las necesidades educativas. Se da la circunstancia, que Noemí siempre había dado clase con mascarillas, hasta hoy " ha sido una sensación especial, cuando empecé fue difícil trasladar mi voz a los alumnos, es más complicado que los niños puedan te puedan entender, porque nosotros (los profesores) con las gesticulaciones de la cara podemos gestionar la clase". Por estas razones la docente ya solo quiere centrarse en el presente y futuro, "ha sido una alegría compartida, estamos todos mucho más comunicativos y activos. Es mucho mejor para dar la clase" razona la profesora.

En las clases de Primaria, la retirada de las mascarillas se ha vivido como una liberación "por primera vez he visto que a mis alumnos se les han caído los primeros dientes, como les toca por edad. Es el mejor regalo de este curso, por fin nos vemos la cara" expresa con una gran sonrisa Laura Aguilá, profesora del mismo centro educativo.

En este colegio de Lleida de 1.200 alumnos, hoy el uso de la mascarilla es muy puntual y reducido. La gran mayoría ya no la usa, y después de 2 años de pandemia, la fotografía escolar rememora a las imágenes previas al marzo del 2020. Nunca la vuelta a la normalidad había sido tan esperada y celebrada.