Piernas pesadas y calor: cómo aliviar la mala circulación

Con el aumento de las temperaturas, muchas personas notan molestias como pesadez, hinchazón o calambres en las piernas. Estos síntomas están relacionados con una mala circulación venosa, un problema que se intensifica en verano debido al efecto de la calor sobre los vasos sanguíneos.

El calor provoca una dilatación de las venas, dificultando el retorno de la sangre hacia el corazón. Esto favorece la acumulación de líquidos, la inflamación y la sensación de fatiga en las extremidades inferiores. Sin embargo, adoptar algunas rutinas saludables puede marcar una gran diferencia.

El ejercicio regular es una de las herramientas más eficaces. Caminar a diario, hacer pausas activas si trabajamos sentados y evitar permanecer mucho tiempo en la misma posición son hábitos que favorecen la circulación. Ejercicios suaves como elevar los talones o hacer giros de tobillo también ayudan significativamente.

La alimentación es otro factor determinante. Se recomienda una dieta rica en frutas, verduras y fibra, con bajo contenido en sal para evitar la retención de líquidos. Además, alimentos como los frutos rojos, el jengibre, el ajo o el perejil tienen propiedades que favorecen la salud venosa.

En cuanto a la vestimenta, es preferible evitar prendas muy ajustadas y calzado inadecuado. Los zapatos ideales son aquellos con un pequeño tacón y buena sujeción. También se aconseja evitar los tacones altos durante muchas horas, así como el calzado plano extremo.

Aplicar agua fría en las piernas al final de la ducha, siempre de abajo hacia arriba, ayuda a activar la circulación. Un baño de pies en agua fresca también puede aliviar la pesadez acumulada tras una jornada calurosa.

En casos de mayor afectación, las medias de compresión pueden ser de gran ayuda. Están disponibles en distintas intensidades y son recomendables especialmente para personas que permanecen muchas horas de pie o sentadas. Es importante usarlas bajo orientación profesional.

Por último, elevar las piernas al descansar, colocando un cojín bajo los pies, mejora el retorno venoso y reduce la hinchazón nocturna.

Cuidar la circulación en verano no solo mejora el confort diario, sino que también contribuye a prevenir complicaciones más serias a largo plazo. Con pequeños gestos, se puede disfrutar del buen tiempo sin renunciar al bienestar físico.