Recaudan más de 200.000 euros para ayudar una joven de Terrassa que se quemó la cara con sosa cáustica

Una campaña ha recogido más de 200.000 euros para ayudar a Marta Bustos, una joven de Terrassa, que vive en Estados Unidos, y que el pasado 11 de junio sufrió un grave accidente doméstico. La chica, de 24 años, estaba fabricando jabón natural cuando se quemó con sosa cáustica la cara y los ojos. A raíz de eso quedó ingresada al Harborview Medical Center de Seattle y ahora tiene que afrontar un costoso tratamiento médico para mirar de reconstruir su cara y recuperar la visión.

Por esto su familia puso en marcha una campaña de donación a la plataforma “Gofundme” con el lema “Salvemos mis ojos”. En poco más de 24 horas cerca de 12.000 personas han hecho su donación y ya se han recaudado 211.550 euros, casi el triple de los 75.000 euros previstos inicialmente.

Su caso se hizo viral este fin de semana cuando Marta colgó un video de siete minutos en las redes sociales donde explica que le ha pasado y pide ayuda económica para pagar los gastos del hospital y las operaciones, puesto que a pesar de que tiene permiso de residencia en Estados Unidos no tiene seguro médico. "Después de la increíble implicación de la gente queríamos volver a agradecer, enviar un abrazo y actualizar a todo el mundo", ha informado Anna Góngora, la madre de la Marta. "La parte importante: la Marta se encuentra bien y está contenta con los adelantos. Su ojo izquierdo se está recuperando más rápido, pero en general la presión a los dos ojos es correcta. Por eso, a pesar de que sigue ingresada, puede ser que pase la primera noche fuera del hospital muy pronto", ha avanzado la madre de la chica.

"En cuanto al tema económico, hemos recibido preguntas de por qué no hemos parado la campaña una vez lograda el objetivo. La razón es que pusimos la cantidad de 75.000 euros siendo conscientes que probablemente el coste sería superior, pero queríamos ser cautelosos", ha justificado Góngora, que ha detallado que su hija ya ha sufrido cuatro intervenciones y ha pasado nueve noches en el hospital de Seattle. "Quedan muchas curas, medicamentos e intervenciones, sin tener en cuenta el posible trasplante de córnea", ha explicado la Anna, que se ha comprometido con los más de 12.000 donantes a "ser transparentes y compartir cada gasto".