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¿Lo sabías? La alimentación y experiencias de tus abuelos podría afectar tu salud y la de tus descendientes
Un estudio de la Universidad de Tulane (Estados Unidos) afirma que la dieta que se siga tiene consecuencias genéticas en las futuras generaciones
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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Un reciente estudio de la Universidad de Tulane, publicado en la revista científica Heliyon, ha demostrado que la alimentación de una generación puede tener efectos duraderos en la salud y genética de sus descendientes, incluso a lo largo de varias generaciones.
En la investigación, realizada en ratones, se observó que cuando una generación consume una dieta baja en proteínas, las siguientes cuatro generaciones presentan problemas de salud, como bajo peso al nacer y riñones más pequeños, lo que incrementa el riesgo de enfermedades renales crónicas e hipertensión.
Aunque se haya mejorado la dieta en las generaciones siguientes, los efectos negativos continúan, demostrando que las consecuencias de una crisis nutricional pueden perdurar a lo largo del tiempo.
"Uno podría pensar que al corregir la dieta en la primera generación se solucionaría el problema, pero no es así. Incluso los nietos y bisnietos, que nunca vivieron la malnutrición, pueden nacer con problemas de salud, es la epigenética", comenta Salvador Macip, catedrático de salud de la UOC y la universidad de Leicester
los problemas renales se transmiten tanto por parte del padre como de la madre
El estudio también descubrió que los problemas en el desarrollo renal se transmiten tanto por la línea paterna como materna, sugiriendo una influencia epigenética.
Estas alteraciones genéticas no modifican el ADN, pero sí afectan cómo se expresan los genes, lo cual podría ser clave para entender por qué los efectos se prolongan por varias generaciones.
Aunque se realizó en ratones, los resultados podrían ser relevantes para los seres humanos. La investigación también subraya la importancia de estas alteraciones en enfermedades renales crónicas, que son la octava causa principal de muerte en Estados Unidos.
"Nacer con menos nefronas aumenta el riesgo de hipertensión, lo que a su vez daña los riñones y crea un ciclo que puede afectar la salud de millones de personas a lo largo de su vida".
Aunque los hallazgos son preliminares, los investigadores destacan la importancia de una nutrición adecuada no solo para la salud personal, sino también para la de las generaciones futuras.
Se espera que futuros estudios ayuden a comprender cuándo las alteraciones empiezan a normalizarse y cómo prevenir que los efectos de la malnutrición se transmitan a largo plazo. Este estudio refuerza la idea de que nuestra alimentación actual no solo afecta nuestra salud, sino también la de nuestros descendientes.