SALUD

Así funcionará la nueva iniciativa del gobierno sobre cremas solares gratuitas

El sol acumulativo, con crema o sin, acaba afectando negativamente a nuestra piel

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¿Te pones crema solar? Esto es lo que debes saber sobre la nueva iniciativa del Gobierno

Redacción COPE Cataluña

Barcelona - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En verano nos tenemos que poner crema solar. Las enfermedades como el cáncer de piel están la orden del día y la crema es una manera bastante útil de proteger nuestra piel.

De ahí nace la idea del Gobierno de poner dispensadores de crema solar gratis, una iniciativa que, según el doctor Ramón Giralt, quien también es profesor de dermatología en la Universitat de Barcelona (UB) y profesor agregado y coordinador en la Universitat Internacional de Catalunya (UIC), no es la más adecuada.

Giralt está contento con el hecho de que alguien se interese por la salud de la piel del ciudadano, pero más que crema solar, manifiesta, lo que hace falta es educación solar.

"No podemos permitir que alguien pase cinco horas en la playa a las 15 de la tarde en julio y tenga la conciencia tranquila por haberse puesto un poco de crema que le han regalado", expresa el doctor.

Para explicarlo mejor ha hecho un paralelismo con el sobrepeso: "Imaginad que quisiéramos combatir el sobrepeso regalando bolsas de sacarina en dispensadores. Es un disparate".

Tomar el sol

Querer tomar el sol y protegerse del mismo con crema solar es contradictorio


Menos crema, más educación

La idea del Gobierno no es mala. Sin embargo, para Giralt la inversión debe destinarse a una buena educación social. "Más que la crema, lo que la sociedad debe hacer es no exponerse voluntariamente al sol en las horas de máxima radiación", sostiene el profesor de la UB.

La ropa es muy importante, e incluso más que la crema solar, pues esta siempre tienen algún componente químico que al cabo de años se descubre que no era tan seguro como parecía. "La crema debe usarse en caso de emergencia", razona Giralt.

De hecho, en el pasado los agricultores iban con pantalón largo, manga larga y un sombrero de paja. "No necesitaban crema y estaban totalmente protegidos", sostiene.

En la actualidad, en cambio, queremos que nos dé el sol para ponernos morenos, una idea que, para Ramón Giralt, el contradictorio: "Querer tomar el sol y protegerse del mismo con crema solar es una incongruencia. Por eso la sociedad debe recibir este tipo de educación social y explicar el poco beneficio que tiene el sol para la salud".

¿Quién corre más riesgo al exponerse al sol?

La exposición al sol no tiene las mismas consecuencias para todas las personas. Un periodo de 15 minutos bajo el sol es mucho más perjudicial para una persona pelirroja y de piel clara que para un moreno, y más con nuestro clima.

Por esta razón, Australia es el país con más cáncer de piel, pues irlandeses y escoceses fueron deportados a un país donde los aborígenes son de piel oscura. "Si tú eres escocés y te vas a vivir a Australia tienes muchos números de acabar con cáncer de piel", afirma Giralt.

Crema solar

Las partes del cuerpo más afectadas por el cáncer de piel son las manos y la cara

La aparición de pecas en la cara es una señal de que la piel es muy sensible para estar bajo el sol. Además, el doctor Giralt ha puesto de relieve que la piel tiene memoria y que dejar de exponerse al sol cuando a medida que uno crece no evita un cáncer de piel.

"Si estás mucho rato bajo el sol cuando eres joven, luego no sirve de nada evitar la exposición cuando eres mayor. Puedes coger cáncer de piel igualmente por esas horas de radiación acumulada”, advierte el profesor de dermatología de la UIC.

Otro error que Giralt desataca es creer que el único peligro está en la quemadura solar: "El sol acumulativo, con crema o sin, acaba afectando igual. No es simplemente la quemadura, lo que hace daño son las horas que se suman de exposición al sol”.

Además, las zonas más comunes de cáncer de piel no son las que más se exhiben en verano, como la espalda, el pectoral o la barriga, sino las manos y la cara. Por lo tanto, los cinco minutos en los que nos movemos de casa al supermercado, según Giralt, son más perjudiciales que las unas vacaciones.