Una familia de Barcelona va a enterrar a su padre y se encuentra el nicho okupado: sospechas de 'tráfico' de tumbas

Una familia de Sant Vicenç de Montalt (Barcelona) no ha podido enterrar a su padre por una situación insólita. Siete horas antes de la sepultura, la funeraria comunicó a la familia que la tumba en la que iban a enterrar al padre estaba ocupada por un féretro desconocido. 

Los familiares se quedaron impactados ante la situación, ya que el matrimonio formado por la mujer y el marido ya fallecido llevaban pagando ese nicho desde 1998, cuando lo compraron por 50.000 pesetas, lo que equivalen a unos 300 euros actuales. Además, durante estos años habían pagado las tasas anuales de mantenimiento de ese mismo nicho.

Cuando la familia recibió la noticia, esta fue comunicada a las autoridades locales. Después de efectuar un trámite en las oficinas del Ayuntamiento de Sant Vicenç de Montalt, en la comarca del Maresme, recibieron una respuesta a los cinco días. Ahí supieron que el cadáver era de un hombre enterrado en 1933. Pese a ello, la familia incineró al fallecido tras la imposibilidad de retirar el féretro.

Posteriormente, el consistorio les comunicó que pudo haber sido un error registral, en el momento en que el camposanto fue cedido a la administración pública, ya que hace 24 años pertenecía a la iglesia. Tras lo sucedido, la familia solicitó reunirse con Javier Sandoval, alcalde de la población. 

Ahí mostraron su indignación y expresaron sus quejas por no haber podido enterrar al padre, ya que tuvieron que optar por la incineración por la tardanza en la respuesta del Ayuntamento. Desde la administración les comunicaron que el nicho les constaba como vacío, y que no entendían la razón de lo sucedido.

sospechas de "tráfico" de tumbas

Tras difundirse la noticia, el regidor del Ayuntamiento ha comunicado el inicio de una investigación para saber si hay más nichos ocupados. Desde la alcaldía, han expresado sus disculpas a los familiares, mientras que estos exigen medidas legales para averiguar si se produjo un fraude en la gestión del cementerio.

El alcalde de Sant Vicenç de Montalt, Javier Sandoval, ha dado orden de regularizar todos los nichos del cementerio municipal, para evitar que vuelva a suceder el caso de una familia que no pudo enterrar a su padre porque la sepultura de su propiedad estaba ocupada por otro féretro de 1933.

La empresa funeraria Cabré Junqueras, junto a miembros de la brigada municipal, serán los encargados de inspeccionar todos los nichos que no hayan sido regularizados por los propietarios.